Me gustan las tristezas escondidas debajo de las sonrisas de la gente amable. Envidio a quien puede disfrazar su mala sangre con un buen gesto. A quien es capaz de no oler a quemado aún estando hasta el cuello de fuego hambriento. Son los más valientes. Los que no te cubren de malezas ni te hieren ni te pisan ni te infectan. Porque en sus desdichas no hay culpables, sino vida que embiste, -como a todos-. Ellos saben.
Son personajes intactos de miseria, seres cristalinos, almas perfectas. Sus tristezas escondidas pero tangibles, aportan esa realidad posible y sanadora. Ellos equilibran este mundo colmado de negadores constantes, de llorones.
Ellos saben.
También lloran, pero cuando toca, sin salpicar.
Ellos rescatan.
Llorar sin salpicar...deberé tratar
ResponderEliminarSeré yo que hoy estoy muy contradictorio, pero en el fondo veo muchas contradicciones :))
ResponderEliminarBesos y salud
Me gusta ese tipo de gente amable, escasean y por eso más me gustan. :)
ResponderEliminarLeer no sólo sirve para hacernos más cultos, debería valer para hacernos felices. A veces lo olvidamos.
ResponderEliminarBuenos días
Beso
epa, te he dejado un comentario y me lo ha borrado.
ResponderEliminarTe decía que ellos sabrán, pero que yo no sé.
Y que a mí no me gustan las tristezas. Ni escondidas, ni al desbuierto. Para la gente de sonrisas amables prefiero alegrías...Sin no son amables, tampoco es cuestión de desearles tristezas, pero (jaja)...ya me entiendes.
La vida embiste, pero en los males de muchos, sí hay culpables (a menos que quieras verlos como la vida).
Buenos días.
Es bonito llorar sin salpicar, aunque a veces es duro.
ResponderEliminarEsa fué una de las lecciones de vida que mi madre quiso darnos , decía "mi vida fea, que nadie la vea" y no por esconder, sino porque todo el mundo sufre y cada uno debe poder con su parte.
La mayor parte de las veces echamos a otros la culpa de lo que nos pasa , pero, tenga quien tenga la culpa, nos pasa igual.
Me encanta tu post de hoy. Ojalá yo fuese capaz.
Hola Miriam, no había visto tu nuevo avatar ni tu "nuevo" nombre.
ResponderEliminar;-)
Besos.
Genín, somos complejos, jaja.
Besos y salud.
Yeka, mmmm...me parece que eres de ese tipo.
Besos.
Antonio, y lo segundo importa más que lo primero. Al menos, eso opino yo.
Besos.
David, entiendo, pero ante las embestidas hay gente que tiene aguante, que es capaz de sonreír, que no echa la culpa de sus males a los que tiene al lado y que no amarga la vida...al mundo. Esos que llevan la procesión por dentro, como suele decirse, jaja.
Un abrazo.
Y buenos días.
Mariajesus, me quedo con eso que bien decía tu madre. Pero en fin, supongo que cada uno es como es y esas cosas no se pueden evitar aunque uno se lo proponga.
Yo creo que a ti cocinando se te pasa todo todo, jajaja.
Bicos.
Deberíamos ser así....pero que difícil es. Al menos, intentarlo, y como bien dice la entrada no salpicar de tristezas al resto que ya cada uno tiene bastante con la suya.
ResponderEliminarBicos, Blue
Carmela, después estamos los que somos como imanes para los llorones. Mi hija me llegó a decir si la gente me veía cara de psicóloga, jaja. Bueno, ocurrió porque coincidieron varios días seguidos donde conocidos se me vaciaban sin pudor.
ResponderEliminar;-)
Besos.
Siempre digo que en la vida hay dos clases de personas, las que aportan y las que están "porque tiene que haber de todo..."
ResponderEliminarTanto como almas perfectas, no diría. Pero sí, me gusta la gente amable. Y me gusta este texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Temujin, para que el mundo sea mundo tiene que ser así, jaja.
ResponderEliminarBesos.
Maia, los amables siempre son queribles.
;-)
Besos.
ehmmm... Qué bello día hoy! jejejje
ResponderEliminar;-)
Achuchones!
Eh, pero ¿no estáis en alerta naranja?, jaja.
ResponderEliminarAchuchones!!!
No importa, no importa... jajajaja el naranja es bello color! jijijiji
ResponderEliminarUna entrada muy acertada, esa reivindicación de la dignidad. Yo, cada vez que alguien blande en torno a mí su condición de víctima, me echo la mano a la cartera. Las verdaderas víctimas no suelen airear a los cuatro vientos su condición.
ResponderEliminarSaludos
India, ese cuadradito negro hay que cambiarlo a fucsia, jaja.
ResponderEliminarGatopnado, y si no roban la cartera roban la salud, que también vale lo suyo.
Saludos.
Si hago eso no podría no salpicar!!! Lloraría a mares fingiendo tanto! jajajaja
ResponderEliminarBueno, reconozco que me pasé con lo del fucsia, jajaja.
ResponderEliminarYo no sé disimular tanto. Se me notan mucho mis estados de ánimo y fingirlos cuando no son reales me parece una tontería.
ResponderEliminar¡Hola, Blue!
Hola, Cabrónidas, ya has vuelto, jaja. No sé, no sé, pero no me parece que seas de los que salpican.
ResponderEliminar;-)
Hay de todo; muchos que van esparciendo su miseria y a veces se hace agotador para el resto, mientras otros se guardan sus propios pesares y ponen el hombro a otros....
ResponderEliminarBesos.
Como dice Cheli... y hay mucho apoyaenhombros que ni se pregunta cómo está el hombro que lo sujeta... pero bueno, que esto no es una salpicadura, eh?
ResponderEliminarHoy es un día hermoso! :)
Cheli, hay de todo y todos se necesitan.
ResponderEliminarBesos.
India, eso ya es mucho peor, pero no tiene nada de excepcional. Ocurre a menudo. El que calla acaba tragando sus miserías y las de los demás.
Mañana todavía puede ser mejor, jaja.
Habelos haylos.....(me lo tomaré como un toque de atención, ya que últimamente estoy bastante rosmona...) Bico rapariga!
ResponderEliminarVera, sabes que rosmar no es lo mismo.
ResponderEliminar;-)
Bicos.
Sí, hay que ser muy valiente...
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo, Lula
ResponderEliminarAsí que te ven "cara de psicóloga" y te anegan los hombros, jajajajaaj, ayyy. Deberías practicar el gesto adusto, y algún que otro escupitajo extemporáneo no vendría mal. La empatía pronto pasará de modo por culpa de estos, pero tú subirás al cielo, sin duda, juasjuas.
ResponderEliminarBesos sin pena.
Frankie, el cielo no me interesa porque no quiero estar sola. Mucho mejor el infierno para estar con amiguitos, jajaja.
ResponderEliminarBesos que saben, jaja.
Otra pequeña oda a los héroes silenciosos, a esos cuyos méritos no vienen acompañados de los sones de himnos nacionales ni de aplausos en suntuosos anfiteatros, ni sirven de reclamo publicitario a empresas ávidas de mercados.
ResponderEliminarHace ya mucho tiempo que la sociedad extravió el sentido de la épica. Me temo.
Saludos
El sentido de la épica y algún que otro más, me temo.
ResponderEliminarUn saludo, Gatopando.
Me gustó el texto.Hay gente así, hay de la que salpica lágrimas, salpica fuego. Si me tengo que mojar,que sea con las lágrimas y no que me quemen.Un beso
ResponderEliminarVale, pues mojarse, pero no quedar como un trapo ¿vale?, jaja.
ResponderEliminarBesos, Fio.