Procedía poner una canción de Chavela, pero el cuerpo, que siempre sabe lo que quiere, me pidió esta:
jueves, 30 de septiembre de 2010
No me haces falta
Procedía poner una canción de Chavela, pero el cuerpo, que siempre sabe lo que quiere, me pidió esta:
viernes, 24 de septiembre de 2010
Averiada
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Cara de muñeca
No puedo acercarme al movimiento feminista sin tener la sensación de que en no pocos casos la redención de las mujeres se hace a expensas de proporcionarle apoyos que en sí mismos son sin duda discriminatorios, como ocurre en el caso de las cuotas, pensadas como una ayuda en la que la condición femenina se considera más estimable que la valía profesional.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Poema pospoético
"La mayor parte de las ideas fundamentales de la Ciencia son esencialmente sencillas, y por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos"
Albert Einstein
domingo, 12 de septiembre de 2010
Tarifa plana
Está plano el periodismo (siempre la autocrítica por delante). Está plana la literatura. Está plana la política, ocupada por los hombres grises, como en aquella novela de Michael Ende (Momo, creo que se titulaba). Y eso que llamar gris a ZP y a Rajoy, vaya dúo, ya me parece una sobrada, un exceso, un barroquismo desmedido e hiperbólico como las sagradas torres del Obradoiro.
Estamos, pues, aplanados, como esas teles de plasma que nos hacen añorar los aparatos de tubo sobre los que se colgaban tapetes de ganchillo y toros de tamaño (casi) natural. A ver si de tanto recortarnos y apretarnos el gaznate, resucitamos, no sé, abrimos un libro, algo de e. e. cummings, por una página cualquiera y descubrimos, como una fulguración, palabras como estas:
«me levantaré mil años después besando flores e hincaré mis dientes en la plata de la luna»
o
«nadie, ni siquiera la lluvia, tiene unas manos tan pequeñas».
A ver si, aunque sólo sea sobre el papel, nos rebelamos contra tanta planicie.
Luis Pousa (blog: Farrapos de gaita)
jueves, 9 de septiembre de 2010
CITAS
And if we go someplace to dance I know that there's a chance you won't be leaving with me
And afterwards we drop into a quiet little place and have a drink or two......
And then I go and spoil it all
I can see it in your eyes that you despise the same old lines you heard the night before......
And though it's just a line to you for me it's true......and never seemed so right before
I practice everyday to find some clever lines to say to make the meaning come true......
But then I think I'll wait until the evening gets late and I'm alone with you
The time is right your perfume fills my head......The stars get red and on the nights so blue......
And then I go and spoil it all
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Dulce anestesia
The Czars. DRUG
Parece que está muerta la metafísica y la verdad adormeció, sonámbula, en los pasillos vacíos donde, a oscuras, se van cruzando millones de frases de mis contemporáneos.
Todavía, hablan de todo con el entusiasmo de quien lanza “propuestas” decisivas y recorre las “vertientes” de nuevos caminos para la humanidad, mientras saborean la cerveza sin alcohol, el café sin cafeína y sobre todo el amor sin amor, para conservar el equilibrio físico y mental. Mis contemporáneos dicen casi siempre que no son moralistas, y por eso obligan a toda la gente, incluso a quién no quiere, a ser libre, saludable y feliz: prohíben el tabaco y el azúcar y si a veces sufren, toman comprimidos porque la alegría es una cuestión química y conviene tenerla a ciertas horas, como el placer vigilado por preservativos y otros siempre obligatorios cinturones de seguridad, para que un día puedan sentir que mueren llenos de salud. Cuando contemplo a mis contemporáneos entre las conversaciones trendy y los lugares de moda, “tropiezo de ternura”, querría ser por lo menos tan ingenuo como ellos, compartir cada movimiento de los labios, la llamarada de las carcajadas después de la madrugada. Mientras tanto, me atenaza la aceptación de quedar así, más perezoso que un Oblomov a escala portuguesa, con dulce anestesia invadiendome el cuerpo, liberándome de ese hechizo que se llama el “espíritu del tiempo” en que vivimos, sobre escombros de un cielo desmoronado en mil pequeños trozos aún luminosos, estrellas virtuales que se apagan y encienden en la superficie de todas las pantallas que mis contemporaneos conectan y desconectan cada día que pasa, sin olvidarse nunca de pulsar en las teclas necesarias para la operación save y así alcanzar la eternidad.
domingo, 5 de septiembre de 2010
Detrás
Mi madre trabaja en una fábrica de conservas.
Un día mi madre me dijo:
el amor es una sardina en lata. ¿Tú sabes
cómo se preparan las conservas
en lata?
Un día mi madre me dijo: el amor es una obra de arte
en lata.
Hija,
¿sabes de dónde vienes? Vienes
de un vivero de mejillones
en lata. Detrás de la fábrica, donde se pudren
las conchas
y las cajas de pescado. Un hedor imposible, un azul
que no vale. De allí vienes.
¡Ah!, dije yo, entonces soy la hija del mar.
No.
Eres la hija de un día de descanso.
¡Ah!, dije yo,
soy la hija de la hora del bocadillo.
Sí, detrás, entre las cosas que no valen.