El problema del artista era este: obligado a interrumpir el cuadro que pintaba y en el que estaba apareciendo el rojo de su pez, no sabía ahora que hacer con el color negro que el pez le enseñaba. Así, los elementos del problema constituían la propia observación de los hechos y se ponían en orden, a saber:
1º- pez - color rojo - pintor, en el que el color rojo era el nexo establecido entre el pez y el cuadro, a través del pintor;
2º-pez - color negro - pintor, en el que el color negro mostraba la insidia de lo real y abría un abismo en la primitiva fidelidad del pintor.
Al meditar acerca de las razones por las que el pez mudara de color precisamente en el momento en el que el pintor asentaba su fidelidad, él pensó que allá dentro del acuario, el pez, realizando su numero de prestidigitación, pretendía hacer notar que existe solo una ley que atañe tanto al mundo de los objetos como de la imaginación. Esa ley sería la metamorfosis. Comprendida la nueva especie de fidelidad, el artista pintó en su tela un pez amarillo.
32 comentarios:
Me inquietas...
Maravilloso. Lo leí dos veces, y, obviamente que es un texto inquietante. Para reflexionar. La música nos acompaña.
Pienso ahora, esencialmente, justo por estos días, como se nos cuela la "realidad" en todo aquello que nosotros llamamos "ficción", como una aguja imposible de evitar.
Beso.
No nos queda otra que metamorfosearnos continuamente.
Me has hipnotizado dando de comer al pez. Que buena animación!.
Un beso gordo
esto es el destino últimamente...es la tercera cosa que leo de él en un muy breve espacio de tiempo...
Por favor,aviso a los navegantes...los peces no comen mucho,eh?es más...en demasía...les va fatal...sed prudentes en la alimentación,que lo he probado y engancha,pero el pececito...en fin...
Achuchones,deliciosa Blue!
Existe la posibilidad de que el pez sea rojo y negro al mismo tiempo. O que un gato encerrado en una caja esté vivo y muerto a la vez. Eso dice la mecánica cuántica.
En cualquier caso, lo único real es que la vida es una metamorfosis, casi siempre decadente.
Están bien estas cosas, te hacen pensar de forma diferente.
Como un koan.
Besos.
Muy bonito. La foto con las manos me han sorprendido al dar al click. La música está muy bien (si no se parara tanto para cargarse...)... Y el texto es interesante.
Un saludo.
Permanentemente, cambiando, sí.
Pero, aunque lo intento, no sé cómo dar de comer la pez.
Al fin, sí, le di comida amarilla.
Desclasado, me engañas...
¿Es que también te inquieta el pez?
:)
Pulgarcito, es que realidad y ficción a veces se confunden. Es imposible aclararse así ;)
Eva, algo de peces tenemos ¿no?
Pues que raro, India, espero que no te empaches tú también, ji,ji. No puedo evitar darle de comer, me gusta ver como se acerca hasta la comida.
Intimista, ¿casi siempre decadente? Pues cambiamos de color y ya está. De dentro a fuera o de fuera a dentro :)
David, no consigo que te separes ni un centímetro del suelo, ja, ja.
Mariajesús, no puedes pasar de largo si ves un animalito ¿eh?
Gracias, amigos.
Besos
Estaba escribiéndote el comentario, y en eso, se me ha quedado la pantalla bloqueada en un verde-agua (joder con la animación, creía que se me había transformado el ordenador en una pecera), luego se me ha fundido en negro, pero la música seguía sonando. ¡Ya está (he pensado) se me ha metido un virus! . Me ha tocado apagar el ordenador a lo bestia, dejar que chequeara el disco duro, bla,bla,bla...y cuando por fin he conseguido volver, veo que has comentado tú. En fin, si no se me corta lo que te estaba poniendo era:
¡Bien!, tenía el presentimiento de que habrías actualizado, me asomo ¡y aquí estás!. No sé que adjetivos utilizar esta vez para tu entrada en serio, Blue. La animación es adictiva. Y el texto muy simpático. Hace reflexionar como todo lo que cuelgas aquí. Será cuestión de aprender a pintar peces amarillos y no preocuparse tanto por cosas que no merecen ninguna preocupación.
Y me has hecho repasar la figura de Paul Cantelon.
Deliciosa Blue, instructiva, como siempre.
Besisísimos.
No hija,no tengo yo esa habilidad de empacharme pronto...por desgracia jijijijijiji
Pero lo de los peces va en serio,normalmente se dice "Come como un pajarillo"...vale,pues el pájaro come rey en comparación con los pececillos...Voy a quedar fatal,sobre todo dado que es lo que estudié...pero,a ver,pido excusas antes y no os tiréis a mi yugular...siempre me gustaron los acuarios (de ahí la elección en estudios)y tuve uno,regalo de mi él,muy grande...la inexperiencia del principio...mi deseo de que esos peces me acompañaran durante años,crecer sanos y fuertes!...pues ahí estaba yo,dándoles papeo y más papeo...y no,la duración de los peces no es directamente proporcional a la ingesta alimentaria...
Aaaaachuchones...que me enrollo más que ojú...
Bello y profundo texto para reflexionar. Sin duda, hoy me apetecía algo así. Besos.
Ja, ja, ja...Gata, a ver si va a ser un virus negro disfrazado de inocente pez rojo.
La verdad es que los movimientos del pez están muy conseguidos. La foto se la puse yo (puede que el problema sea que al pez no le guste, ja, ja).
De música creo que me puedes enseñar tú :)
Besets.
Sí, India, tuve peces de pequeña y ya me advirtieron de que no se les podía dar de comer mucho, que no paran. Yo, por si acaso, les miraba la barriguilla y no los veía muy inflados así que les daba más...hasta que murieron, pero quién sabe si fue por otra cosa, ja, ja ;).
El caso es que no comí pescado por algún tiempo.
Achuchones!
Gracias,Wood. Siempre nos quedará la música.
;)
dificil tarea la de este pintor....representar la metamorfosis a la que todo esta atado.
me encanto el post...aunque quien sabe?
dentro de un rato ya no sere el mismo.
Qué te voy a engañar, Blue.
Bueno, la que me inquietas no eres tú; son las cosas que pones.
Joder, esos dos manos en la pecera y el pececito paseando... ¿sólo a mí le inquieta?
Bueno, Desclasado, la música parece relajante y el pez está tranquilo, será que la imagen genera algo de suspense y parece que va a pasar algo después...que no pasa.
Y aprovecho para poner otro inquietante pez amarillo, ja, ja.
Saludos :)
este blogue está cada vez melhor, blue. :)
adoro o herberto helder... e as fotos que escolheste... e a música... e tudo mesmo.
beijo grande*
Hala, y el careto de ahora de la del pez amarillo también es inquietante...
Si me gusta lo que cuelgas, no lo digo en mal sentido lo de inquietar, es que no me resulta insípido.
Obrigada,Vanessa, a Herberto Helder y a otros ya sabes que me los descubriste tú.
Beijinho*
Desclasado, la del pez amarillo te está mirando, ja, ja.
Jajajajaja, qué graciosa tu gaviota robanueces.
(Contestarte allí donde lo escribiste estaría desfasado).
A las gaviotas les voy a dedicar una entrada. Se lo merecen.
:))
La canción es preciosa.
Saludos.
Gracias, Inmortal, es la banda sonora de "La escafandra y la mariposa".
Saludos.
Estupendo texto. Me recuerda mucho al estilo de Juan José Millás.
MUAKS.
A propósito de tu comentario en mi blog me encanta, es cierto, no es una plancha es una dorna...eres sutil...
Caramba con el rojo, que remolón, aquí la única que no come nada es la chica.
Cuando puedas, lee mi primer post del blog, hace más de dos años ¿Casualidad?
El otro día entré en una tienda de animales y me encontré a dos niñas eligiendo unos peces para llevarse a la pecera de su casa, la madre, tan simpática ella, me contó que las dos montruas los pinchaban con un tenedor, que encanto de família.
Besitos
Qué cosas que nos traes...me ha encantado.
Mi color eres tú
Muchos besos
"...y eso es la meta en la vida, pensar, y mañana kizas en lo que escriba me contradiga... pero esa es mi meta, ser uno distinto pero igual cada mañana."
Peter, que lo consigas y no te agotes en el intento...
:)
creo que ya es sabido que la espiral no se detiene... conseguirlo es fácil................lo complicado es no traicionarse en el avance..............y aun así................... dicen que madurar es traicionarse lentamente...
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