"Mariajesús es la reina de Paradela (un pueblo de las afueras de Orense), pero yo le llamo también "La reina de las cosas pequeñas" porque sabe hablar con los objetos, los animales y todo aquello que le rodea. Ha conseguido el sueño de muchos: vivir en armonía con la naturaleza.
Cuando era joven tiraba con arco, y ahora, aunque lo conserva (pero no entrena) sigue teniendo la misma puntería o más."
Cuando era joven tiraba con arco, y ahora, aunque lo conserva (pero no entrena) sigue teniendo la misma puntería o más."
En
noviembre de 2010, cuando este blog tenía algo más de vida,
así presenté
a Mariajesús a Kez.
Así
la definí entonces y así la definiría ahora, porque aparte de la
puntería con la que acertaba con las palabras, a las que manejaba
con precisión, si algo me maravillaba era cómo había
conseguido llegar a un diálogo con la Naturaleza que traspasaba la pantalla de ordenador y de la que todos sus amigos blogueros disfrutábamos.
En
su generosidad quiso obsequiarnos con un preciado regalo: plantar un árbol
frutal que llevaría el nombre de cada uno de nosotros. Todos
escogimos nuestro árbol. Yo escogí un cerezo -"cerdeira" en gallego-,
y allí está, en su reino. Cada uno de nosotros fue
testigo de su plantación, su crecimiento y su floración.
En
agradecimiento a su regalo y su amistad, quiero dejarle unos versos
de Antón Avilés de Taramancos:
Imos
plantar unha cerdeira nova,
temos que darlle esa alegría ao vento.
Vamos a plantar un nuevo cerezo,
tenemos que darle esa alegría al viento.
Muchas gracias, Mariajesús.
31 comentarios:
Qué bonito homenaje, he leído lo que ha pasado en casa Genín. La recuerdo de algunos comentarios en esta casa. Modifico tu lema "la vida, la implacable, la que pasó".
Te acompaño en el sentimiento admirada azulona, y que tu cerezo disfrute durante muchos años largos y buenos.
Gracias, Gatiña, nosotros también decimos por aquí "é o que hai". El cerezo y los otros árboles nos sobrevivirán, seguro.
Bicos!!!
Bellísimo detalle. Besos.
Gracias, Amapola, ¡qué menos!
Un beso.
Que bonito Blue, es precioso tu homenaje. En esa época no tenía aun la suerte de conoceros, ni a ti ni a ella y me ha encantado viajar por los enlaces desde tu entrada.
Una mujer de arco, y de sabiduría y de un enorme amor a todos sus amigos entre los que estaban todos los seres vivos. Te acuerdas de Cuco?
Un beso grande, Blue
¿Seguro que aún no estabas? Pues yo te imagino desde el principio.
Claro que me acuerdo de Cuco. El caso es que todos los veranos paso por cerca de Paradela (de hecho veo el letrero que lo indica) y siempre piensaba que algún día...pero claro, siempre creemos que queda mucho por delante y a veces no es así. Cousas.
Besos, Carmela.
Hoy María Jesús estará feliz allí donde este... ha conseguido de nuevo unir a todos sus amigos de la blogosfera, nunca te olvidaremos... te echamos ya de menos...
Claro que sí. Poco a poco fue tejiendo amistades bien enraizados.
Un abrazo, Mamé.
Si, allá quedo el manzano Genín de Reinetas que incluso tuve la suerte de comer la primera producción.
Creo que hoy hemos logrado que esbozara una sonrisa de felicidad, y si, Gracias Maria Jesús...
Besos y salud
Dan fruto los árboles y la amistad ¿eh?
Besos y salud, Genin.
Que bonito, Blue. De nuevo María Jesús nos ha vuelto a reunir en la blogosfera.
Ha dejado una huella profunda en nuestros corazones y siempre la vamos a recordar.
Un abrazo.
Emotivo recuerdo. Y viendo a toda la gente que nos reunió se hace más cercana su figura.
Abrazos niña-azul
Precioso tu recuerdo de María Jesús, una mujer singular que a muchos nos enamoró con su manera de ser. Un saludo.
Cuando nacieron mis hijos les plante un árbol a cada uno, al mayor un cerezo y un nogal, y a mis hijas un cerezo y un ciruelo (no había sitio para más). Para hablar con la Naturaleza solo hay que escuchar, pienso yo.
Un saludo
Así, es Maripaz, aprendimos con ellas y disfrutamos.
Un abrazo.
Mariluz, es increíble como vamos llegando unos y otros. Mariajesús tenía esa capacidad para reunir gente alrededor suyo y hacerla disfrutar de lo que también disfrutaba ella.
Un abrazo.
Hola, Aro, gracias por abrirnos tu casa para compartir estos recuerdos. Pues sí, a mi también me parece que tenía muchas cualidades que la hacían singular.
Saludos.
Temujin, pues me parece una idea muy buena. Sí, hay que escuchar, pero muchas veces queda tan lejos que no se oye. Suerte los que la tienen/tenemos cerca.
Besos.
Viste cuanta gente la ha recordado en su día, Blue. Me emociona verlo.
De eso que dices, de que siempre pensamos que queda mucho por delante.... no hace mucho comprobé y aprendí que cuando se siente hay que decir, te quiero, y no dejarlo para más adelante. A veces nos cuesta, nos da vergüenza incluso, pero es así. Yo intento aplicármelo y hacerlo. Aunque a veces fallo.
Un beso, y que sepas que te quiero mucho :))
Joder, Blue. No tenía ni idea. Qué disgusto...
Ya lo siento.
Carmela, claro que emociona. Los amigos la tenían en alta estima y eso se nota.
Sé que me quieres, pero menos que a las olas, jaja.
Yo también te quiero. Y al final, como decía Amalia en aquel poema, eso es lo que más nos importa, querer y que nos quieran ¿o no? Yo soy de las que me cuesta decirlo, y mucho.
Besos.
David, dijo hace meses en su blog que tenía problemas de salud, pero la verdad es que no le di demasiada importancia porque no creí que fueran graves. Lo eran, y de eso me enteré por Carmela poco después de navidad, cuando ya estaba muy malita, tanto que ya no contestó a muchos de los mails que le escribimos interesándonos por ella.
En fin, nada se puede hacer.
Besos.
As cerdeiras son dos meus árbores favoritas. Agora mesmo que pasan da frol branca ao froito vermello, tan adictivo, nun xeito de excitante e adictivo transformismo.
Fantástico agasallo.
Bicos
Que tierno y dulce. Cuanto generó de afecto y como nos enseñó lo simple que es la vida. Un beso
Qué bueno, Krapp, "nun xeito de excitante e adictivo transformismo". Precioso árbol y vicioso fruto.
;-)
Bicos.
Hola, Fiorella, así es. Yo gozaba viéndola disfrutar. Esa sensación se palpaba.
Me alegro de verte.
Besos.
No la conocía, pero me emociona el homenaje que le dedicas, que cosas. Supongo que de conocerme ella a mí me habría dedicado un alcornoque, juas. Un besote, que yo aún te quiero más que Carmela, ale y ale.
Y yo estaría allí para arrancarte la corteza.
¿Ves como nos queremos?, jaja.
Besos, Franquiño.
Alcornoque verde, me alegro de eso, de que quieras más jajajaja en eso no te voy a quitar ni a intentar ganar, que me gusta que quieras jajajajaja toma yá, juas!!!
Selo, a mi también me cuesta ehhhh incluso decírselo a mis olas, jajajajaja
Bicos
Hace demasiado tiempo que no hablaba con ella. Me entristece saber esta noticia. Y a la vez me encanta enormemente la idea que tuvo de la plantación de árboles por y para sus amigos.
Es una bella entrada, para la tristeza y el recuerdo y el amor. He sentido la emoción de uds.
Saludos Blue.
Así están las cosas, Miriam, detrás de esto hay personas reales con problemas reales.
Un beso.
Muchas gracias, Yeka. Besos.
Maravilloso recuerdo.
Además, admiro esa sabiduría de comunicarse con las cosas pequeñas, que al final lo son todo.
Hola, Intimista, siempre me alegra verte por aquí.
Pues sí, en lo pequeño y cercano a veces está lo más grande.
Besos.
Esta entrada entrega es enorme. Enormemente enorme. Como ambas y como cada árbol con savia de sabias. A sus pies que son raíces! Enormidades.
India justo hoy me acordé de ella porque el año pasado a estas alturas estábamos a vueltas con los incendios, como ahora.
Achuchones enormes!!!
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