martes, 30 de agosto de 2011

En paz

A la puerta de su casa en Los Angeles, Henry Miller hizo inscribir este  párrafo del filósofo chino Meng Tse, al igual que lo había hecho antes H. Hesse:



Cuando un hombre ha llegado a la ancianidad y ha cumplido su misión, tiene derecho a afrontar en paz la idea de la muerte. No tienen necesidad de otros hombres, los conoce y ya ha visto de ellos lo suficiente. Lo que precisa es paz. No es decoroso pretender algo de él, atosigarle con charlas intranscendentes y hacerle sufrir por banalidades. Habría que pasar ante la puerta de su casa como si nadie viviera allí.”



Alintravel

jueves, 25 de agosto de 2011

Frank y Milena





Esta mañana volví a soñar contigo. Estábamos sentados uno junto al otro y tú me rechazabas, sin enojo, con toda amabilidad. Yo me sentía muy desdichado. No por el rechazo, sino por mí, que te estaba tratando como a una mujer muda y no escuchaba la voz que salía de ti y se estaba dirigiendo a mí. Quizá la haya oído; pero no había podido responderle. Eso me recuerda algo que leí en algún lado:

"Mi amada es una columna de fuego que se mueve sobre la tierra. Ahora me tiene abrazado. Empero, ella no arrastra a quienes abraza, sino a quienes la ven." 



                                     Tuyo. 
(ahora he perdido hasta el nombre;
 se fue abreviando cada vez más 
y ahora sólo es: Tuyo.)


..........

He recibido un pequeño golpe: un telegrama de París anunciando que mañana por la noche estará aquí un viejo tío, a quien en el fondo quiero mucho. Vive en Madrid y falta de aquí desde hace mucho tiempo. Es un golpe porque me quitará tiempo y yo necesito todo el tiempo y mil veces más, con preferencia todo el tiempo que exista, para pensar en ti, para respirar en ti. El departamento también perderá su paz, las veladas perderán su sosiego. Mc gustaría estar en otro lado. Son muchas las cosas que quisiera cambiar. Tampoco quisiera volver a la oficina. Pero luego pienso que merezco unas bofetadas por expresar deseos que vayan más allá de este presente que te pertenece por completo. Por alguna razón no puedo escribir sobre nada que no sea lo que nos concierne a nosotros, únicamente a nosotros, en medio del torbellino del mundo. Todo lo ajeno es ajeno. ¡Injusto! ¡Injusto! Pero los labios balbucean y mi rostro se hunde en tu regazo. Hay una amargura que me ha quedado de los días en Viena. ¿Puedo mencionarla? Mientras estábamos allá arriba, en el bosque, creo que fue en el transcurso del segundo día, tú dijiste algo así como: "La batalla con la antecámara no puede prolongarse mucho." Y ahora, en la penúltima carta a Merano, hablas de la enfermedad. ¿Cómo puedo encontrar una salida entre esos dos hechos? No lo digo por celos, Mílena, no soy celoso. Una de dos: o el mundo es minúsculo, o nosotros somos gigantescos; porque lo cierto es que lo colmamos por completo. ¿Quién podría provocar mis celos?

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Ayer te aconsejé no escribirme a diario. Hoy sigo opinando lo mismo; considero que sería un beneficio para ambos y vuelvo a aconsejártelo, con mayor insistencia aún ...Sólo que, por favor Mílena, no sigas mi consejo y escríbeme a diario. Me basta con unas pocas líneas, algo más breve que las cartas de hoy, dos líneas, una, una palabra ... pero el privarme de esa palabra me causaría un terrible dolor.

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 Hoy estuve estudiando un plano de Viena. Por un instante me pareció incomprensible que se haya levantado una ciudad tan grande, mientras que tú sólo nece­sitas una habitación.
F.


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 Las mejores cartas que me has escrito (y eso es mucho decir, pues tus cartas en totalidad son, casi línea por línea, lo mejor que haya ocurrido en mi vida) son aquéllas en las cuales justificas mi "miedo" y, al mismo tiempo, procuras explicarme que no debo sentirlo. Pero ocurre que también yo, aunque a veces parezca un sobornado defensor de mi "miedo", probablemente lo justifique en lo más hondo de mí. Es más: ese miedo es parte de mí y quizá sea lo mejor de mí. Y puesto que es lo mejor de mí, quizá sea también lo único que tú amas. Pues ¿qué cosa digna de amar puede encontrarse en mí? Mi miedo,en cambio, es digno de ser amado.
Y cuando una vez me preguntaste cómo podía decir que había pasado un sábado agradable, si tenía ese miedo en el corazón, no me pareció difícil explicártelo. Puesto que te amo (y te amo, pues, conceptualizadora mía; como el mar ama a un diminuto gui-jarro hundido en sus profundidades, de la misma manera le envuelve mi amor ... y ojalá yo sea también para ti ese guijarro, si el Cielo lo permite), amo el mundo entero y a ese mundo pertenece también tu hombro izquierdo, no, primero fue el derecho y por eso lo beso cuando quiero (y tú eres tan tierna como para apartar la blusa) y a ese mundo pertenece también tu hombro izquierdo y tu rostro sobre mí en el bosque y tu rostro bajo mí en el bosque y ese descansar sobre tu pecho casi desnudo. Y por eso tienes razón cuando dices que ya fuimos uno, y eso no me produce miedo alguno, es mi única dicha y mi único orgullo y no lo limito para nada al bosque.
 Pero entre ese día-mundo y aquella "media hora en la cama" de la cual hablabas con tanto desprecio en una carta, definiéndola como cosa de hombres, existe para mí un abismo que no puedo franquear, probablemente porque no quiero. Allí hay un asunto de la noche, en todo sentido un asunto de la noche; aquí está el mundo y yo lo poseo y se supone que yo franqueé el precipicio para penetrar en la noche y para apoderarme otra vez de ella. ¿Puede uno apoderarse otra vez de algo? ¿No equivale eso a perderlo? Aquí está el mundo, que yo poseo, y se pretende que yo franquee el abismo en nombre de un inquietante hechizo, un conjuro, una piedra filosofal, una alquimia, un anillo mágico. No quiero saber nada de eso, me inspira un miedo horrible.
¡Tratar de atrapar en una noche, por medio de una hechicería, a toda prisa, jadeante, desvalido, poseído, tratar de atrapar por medio de una hechicería lo que cada día ofrece a los ojos abiertos! ("Quizá" no haya otra manera de engendrar hijos, "quizá" los hijos también sean un hechizo. Dejemos ese tema por ahora.) Por eso estoy tan agradecido (a ti y a todo) y por eso es, pues, samozrejmé[70] que junto a ti me sienta absolutamente sereno y absolutamente inquieto, absolutamente coaccionado y absolutamente libre, razón por la cual, luego de haberlo comprendido, he renunciado a todo el resto de la vida. ¡Mírame a los ojos!




Milena Jesenská tomó contacto con Frank Kafka por primera vez cuando, contando veintitrés años, le escribió pidiéndole autorización para traducir al checo una novela suya. Desde ese momento comenzó una relación epistolar que duraría más o menos cuatro años y que se iría diluyendo en el tiempo mientras  Kafka avanzaba en su enfermedad, la tuberculosis. En estas cartas, además de mostrar su adoración por Milena, se queja de su insomnio y sobre todo de su miedo, miedo que nunca llegará a explicar:

"...y mi miedo es cada vez mayor porque significa un retroceso ante el mundo”
“…siempre ese miedo, ese miedo... Busco un mueble bajo el cual esconderme, tembloroso y casi inconsciente…” 
“Tenemos en común, Milena, el deseo de una cómoda muerte; pero, en realidad, ése es ya un deseo que se experimenta en la primera infancia. Yo la experimentaba...

En  sus últimas cartas,  a una de las cuales  pertenece el extracto de la imagen, se queja de la inutilidad de escribir y del dolor que le produce su lectura.

"...cuando no te escribo, por lo menos duermo de a ratos, con un sueño liviano. Cuando no te escribo, sólo estoy cansado, triste, pesado; cuando te escribo, me destrozan la inquietud y el miedo. Nos pedimos compasión uno al otro; yo te pido que me permitas ocultarme, tú me pides ... pero el hecho de que esto sea posible es la más atroz de las paradojas.

"
 Y estas cartas no son más que un martirio, nacidas de un martirio, irreme­diable, sólo crean martirio, irremediable. ¿Para qué sumar ese mar­tirio a este invierno (que lo acentúa más aún)?"

"Pero, por el momento, lo peor es (ni yo mismo lo habría espe­rado) que ni siquiera puedo continuar escribiendo estas cartas, ni siquiera estas cartas importantes. El maligno hechizo de las cartas comienza a actuar y destruye mis noches, que ya se destruyen cada vez más por sí solas. Debo interrumpir, no puedo continuar escribiendo. Ay, su insomnio es de una naturaleza diferente a la del mío. Por favor, no escribamos más."

"Desde hace tiempo permanece aquí el fragmento de una car­ta destinada a usted, pero no me llega el momento de conti­nuarla. Los antiguos males han descubierto mi refugio, me han asaltado y me han sometido bastante. Todo me significa un es­fuerzo. Todo rasgo trazado con la pluma, todo lo que escribo me parece demasiado importante, como si no guardara relación con mis fuerzas. Y cuando escribo "afectuosos saludos" ¿ten­drán realmente esos saludos la fuerza necesaria como para llegar a la bulliciosa, tumultuosa, gris y urbana I..-strasse, en donde yo y lo mío no podríamos respirar? Por eso opto por no escribir, es­pero que lleguen tiempos mejores o peores y permanezco aquí, atendido con eficacia y ternura hasta el límite de lo posi­ble en la Tierra".






miércoles, 17 de agosto de 2011

Cena de amor

                                                  LATE BLUES. Ida


Mientras la noche arrastraba su cola negra, le di a beber a mi amada vino sombrío como polvo de almizcle.
La estreché contra mí como un guerrero estrecha la espada, y semejantes a tahalíes sus cabellos pendían de mis hombros.


Y, cuando levemente adormeció, la aparté de mí.


La aparté de mi pecho, para que no se durmiese sobre una almohada palpitante.


Herberto Helder.






jueves, 11 de agosto de 2011

Donde duermen los niños







Kaya, 4, Japan.



Bilal, 6, The West Bank

Delanie, 9, USA 

Ahcohxet, 8, Brazil.


Dong, 9, China



Douha, 10, The West Bank


Joey, 11, USA



Lamine, 12, Senegal

Lewis, 10, England

Nantio, 15, Kenya

Kana, 16, Japan




"Where Children Sleep" de James  Mollison





lunes, 8 de agosto de 2011

El horimento bajo el firmazonte




–¡Democrad! ¡Libertacia! ¡Puebla el vivo!

¡No dictaremos más admitidores!
Pro lometemos, samas y deñores,
nuestro satierno va a gobisfacerles.

Firmaremos la gaz, no habrá más perra,
zaperán juntos el queón y el lordero,
y quieto promerer y lo promero,
vamos a felicirles muy hacerles.

(Y el horimento bajo el firmazonte,
o el firmazonte bajo el horimento
–ye ca no sé–, brillaba, grona y aro).

–Que se me raiga un cayo si les miento:
fumos soertes, y, mo lás pimtortante,
¡blasamos hiempre claro!




Carmen Jodra Davó




Dedicado a Temujin. Para que no le falten fuerzas para  "blasar hiempre claro"!!!





viernes, 5 de agosto de 2011

27 planos


Lo que dura el amor...


El matemático ruso Lev Pontryagin, fallecido en 1988, nunca imaginó que su teoría del control óptimo, alumbrada para solucionar un contratiempo con un avión de combate soviético, se emplearía para explicar por qué en España hay un divorcio cada 80 segundos. Pero el profesor José Manuel Rey, de la Universidad Complutense de Madrid, lo ha hecho. Y las matemáticas han hablado: "Tener una relación sentimental duradera y satisfactoria es imposible, salvo contadas excepciones".
Rey ha metido en una batidora la segunda ley de la termodinámica y las ecuaciones de Pontryagin para explicar la llamada paradoja del fracaso: muchas personas se casan enamoradas y se comprometen a vivir juntas para siempre, pero aun así su matrimonio es un naufragio. Unos 800.000 españoles se han divorciado en los últimos tres años y el ritmo es similar en otros países de la UE.
"La sensación con la que una persona empieza un matrimonio se disipa como el calor de un vaso de leche; el amor no basta, hay que hacer un esfuerzo, seguir aportando calor al cazo", explica Rey. Hasta aquí, nada nuevo. 
Hace falta un sacrificio, evidentemente, pero ¿cómo tiene que ser este esfuerzo para apuntalar una relación para siempre? Su bello modelo teórico, plasmado en la revista científica PLoS ONEen una integral y una ecuación ininteligibles para cualquier persona ajena a las matemáticas, muestra "un mecanismo diabólico que hace que, aunque uno se case muy enamorado y diseñe muy bien su esfuerzo, sea muy fácil fracasar".


Al introducir variables como la sensación positiva que produce la relación amorosa y el coste del esfuerzo para mantener viva la llama, la máquina teórica de Pontryagin ha escupido varias conclusiones. Una de ellas  es que de entre todas las maneras de esforzarse por sostener una relación, sólo hay una que funcionará, aunque la ecuación no dice cual.


El amor dura 27 planos
Corto de diego Pérez e Ignacio Bernal.
“La historia de una habitación que se llena y un deseo que se vacía” 





martes, 2 de agosto de 2011

IN (dia) / OUT


 OUT
BABEL. Mercedes Peón


IN

India: Esa foto es para un post... ;-) "Bodegón psicópata ermitaño",  jaaaaaaaaajajaja
Blue: ¿Cual, la interior o la exterior?..la de fuera ya la tengo colocada en una entrada, ja, ja.
India: Sí?! yo decía la interior... esa piedra y ese microondas y esos utensilios...
Blue: Ja, ja, ja..el tema es ...¿que decir?...no se me ocurre un poema ni una canción.
        Si quieres colaborar te dejo que escribas tu y yo pongo la foto, ja, ja.
India: Hostia... pues a mí con esa imagen me pega música deathMetal,  jaaaaaaaaaaajajaja.
Blue: Pues venga, ponme musica y texto...hala!!!
India: Buscamos un texto... tengo el libro de American Psyco...
         lo retocamos y ponemos galleguiñoPsyco jaaaaaaaajajajjaa
Blue: Venga...te dejo que pienses, ja, ja..
India: Jajajaja qué guay! jaaaaaaaaaaaaajajajajajajajajjajaja
Blue: Que te parece ésta*????
India: Jaaaaaaaaaajajajaa ok... es muy propia jijijijijiji
     ¿ heavy escuchas poquito, ? jaaaaaaajajajaja
Blue: Uuuuuy escuché muchísimo heavy...
        ... ahora con la edad me estoy volviendo más indie, ja,ja.
India: Jaaaaaaaajajajaa, bueno, yo escucho de todo, la verdad.... de indie también hay cosas que me gustan...

     He encontrado un capítuo... "Muerte de un perro" en el libro... ¿tú lo has leído? es una        salvajada... de verdad... 468 pág sintiéndo náuseas y mala hostia... leerlo es un acto de masoquismo...
Blue: Vale, ya puse las dos fotos como cara A (out)  y cara B (in)...espero por ti....
India: Uy... este es muy propio...casi mejor que el del perro...
          Estaba buscando también alguno de Hanibal, que tengo... 
Blue: Pero seleccióname un texto...que no sea taaaaaaan laaaaaaaaargo, ja, ja...
India: Claro... se podría escribir sólo el párrafo gore... y si acaso enlazar el resto jijijijii
      Ya encontré un capítulo en el que Lecter se prepara los sesos de uno...
BlueVale, pues cuando lo tengas me lo copias, ja, ja.
India:"La cúpula gris y rosa del cerebro de Krendler sobresalía... " jijijijijijiji
          Sigue un poco más... pero yo creo que para ilustrar la foto vale... no?
Blue: Bueno, pues vale, ja, ja...
India: Lo veo bien porque habla de la preparación de la materia prima... y de utensilios... jaaaaaaajajaja
Blue: Pues así queda, ja, ja.
India: Sí? de verdad? jajajjaa,..a mí con el ratito que hemos echao me vale
       y me compensa, 
       no te comprometas conmigo... seguro que encuentras algún poema guapo...
Blue: Tú deja... a ver que se me ocurre, ja, ja....







(*) O GHAI GHAI. Chouteira.

"La cúpula gris y rosa del cerebro de Krendler sobresalía del cráneo truncado.
De pie al lado de Krendler con un instrumento que parecía una cuchara para las amígdalas, el doctor Lecter cortó una tras otra cuatro rebanadas del lóbulo prefrontal. Los ojos de Krendler miraban hacia arriba como si estuvieran siguiendo la operación. El doctor Lecter introdujo las rebanadas en el cuenco de agua helada, acidulada con zumo de limón, para que adquirieran solidez...." 



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