domingo, 29 de enero de 2012

Congreso Internacional del Miedo



Provisionalmente no cantaremos al amor,
que se refugió más abajo de los subterráneos.
Cantaremos al miedo, que esteriliza los abrazos,
no cantaremos al odio porque este no existe,
existe  apenas el miedo, nuestro padre y nuestro compañero,
el miedo grande de los bosques, de los mares, de los desiertos,
el miedo de los soldados, el miedo de las madres, el miedo de las iglesias,
cantaremos al miedo de los dictadores, al miedo de los demócratas,
cantaremos al miedo de la muerte y al miedo después de la muerte,
después moriremos de miedo
y sobre nuestros túmulos
nacerán flores
 amarillas
 y medrosas.



Congresso internacional do medo . Carlos Drummond de Andrade

jueves, 19 de enero de 2012

La foto





Hazme una de esas fotos que tú haces,
empaña el objetivo, desenfoca
lo justo y mide mal la luz. Ahora
que está cayendo el día no es difícil
salir favorecida. Que los rasgos
se suavicen, que todas las arrugas
del alma y del contorno de los ojos
desaparezcan y que quien me mire
piense que puedo merecer la pena.
Y sobre todo, que lo que emocione
de esa foto no sea yo, que salgo
allí, sino tus ojos que la han hecho.



"LA foto". Amalia Bautista







lunes, 16 de enero de 2012

Moscas



Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas. Desde que el hombre existe, ese sentimiento, ese temor, esas presencias lo han acompañado siempre. Traten otros los dos primeros. Yo me ocupo de las moscas, que son mejores que los hombres, pero no que las mujeres. Hace años tuve la idea de reunir una antología universal de la mosca. La sigo teniendo. Sin embargo, pronto me di cuenta de que era una empresa prácticamente infinita. La mosca invade todas las literaturas y, claro, donde uno pone el ojo encuentra la mosca. No hay verdadero escritor que en su oportunidad no le haya dedicado un poema, una página, un párrafo, una línea; y si eres escritor y no lo has hecho te aconsejo que sigas mi ejemplo y corras a hacerlo; las moscas son Euménides, Erinias; son castigadoras. Son las vengadoras de no sabemos qué; pero tú sabes que alguna vez te han perseguido y, en cuanto lo sabes, que te perseguirán para siempre. Ellas vigilan. Son las vicarias de alguien innombrable, buenísimo o maligno. Te exigen. Te siguen. Te observan.




 Cuando finalmente mueras es probable, y triste, que baste una mosca para llevar quién puede decir a dónde tu pobre alma distraída. Las moscas transportan, heredándose infinitamente la carga, las almas de nuestros muertos, de nuestros antepasados, que así continúan cerca de nosotros, acompañándonos, empeñados en protegernos. Nuestras pequeñas almas transmigran a través de ellas y ellas acumulan sabiduría y conocen todo lo que nosotros no nos atrevemos a conocer. Quizá el último transmisor de nuestra torpe cultura occidental sea el cuerpo de esa mosca, que ha venido reproduciéndose sin enriquecerse a lo largo de los siglos. Y, bien mirada, creo que dijo Milla (autor que por supuesto desconoces pero que gracias a haberse ocupado de la mosca oyes mencionar hoy por primera vez), la mosca no es tan fea como a primera vista parece. Pero es que a primera vista no parece fea, precisamente porque nadie ha visto nunca una mosca a primera vista. A nadie se le ha ocurrido preguntarse si la mosca fue antes o después. En el principio fue la mosca. (Era casi imposible que no apareciera aquí eso de que en el principio fue la mosca o cualquier otra cosa. De esas frases vivimos. Frases mosca que, como los dolores mosca, no significan nada. Las frases perseguidoras de que están llenas nuestros libros.)




 Olvídalo. Es más fácil que una mosca se pare en la nariz del papa que el papa se pare en la nariz  de una mosca. El papa, o el rey o el presidente (el presidente de la república, claro; el presidente de una compañía financiera o comercial o de productos equis es por lo general tan necio que se considera superior a ellas) son incapaces de llamar a su guardia suiza o a su guardia real o a sus guardias presidenciales para exterminar una mosca. Al contrario, son tolerantes y, cuando más, se rascan la nariz. Saben. Y saben que también la mosca sabe y los vigila; saben que lo que en realidad tenemos son moscas de la guarda que nos cuidan a toda hora de caer en pecados auténticos, grandes, para los cuales se necesitan ángeles de la guarda de verdad que de pronto se descuiden y se vuelvan cómplices, como el ángel de la guarda de Hitler, o como el de Jonhson. Pero no hay que hacer caso. Vuelve a las narices. La mosca que se posó en la tuya es descendiente directa de la que se paró en la de Cleopatra. Y una vez más caes en las alusiones retóricas prefabricadas que todo el mundo ha hecho antes. Pues a pesar tuyo haces literatura. La mosca quiere que la envuelvas en esa atmósfera de reyes, papas y emperadores. Y lo logra. Te domina. No puedes hablar de ella sin sentirte inclinado hacia la grandeza. Oh, Melville, tenías que recorrer los mares para instalar al fin esa gran ballena blanca sobre tu escritorio de Pittsfield, Massachussetts, sin darte cuenta de que el Mal revoloteaba desde mucho antes alrededor de tu helado de fresa en las calurosas tardes de niñez y, pasados los años,sobre ti mismo en el crepúsculo te arrancabas uno que otro pelo de la barba dorada leyendo a Cervantes y puliendo tu estilo; y no necesariamente en aquella enormidad informe de huesos y esperma incapaz de hacer mal alguno sino a quien interrumpiera su siesta, como el loquito Ahab, ¿Y Poe y su cuervo? Ridículo. Tú mira la mosca. Observa. Piensa. 







"Las moscas". Augusto Monterroso.

lunes, 9 de enero de 2012

Cambie

La amplitud del mar 
o una cáscara de nuez 
son lo mismo para el que nunca se mueve.


(Autor desconocido)




Cambie
pero comience despacio,
porque la dirección es mas importante que la velocidad.
Siéntese en otra silla, en el otro lado de la mesa.
Más tarde, cambie de mesa.
Cuando salga, procure andar por el otro lado de la calle.
Después, cambie de ruta, camine por otras calles,
con calma,
observando con atención los lugares por donde
pasa.
Coja otros autobuses.
Cambie por un tiempo el estilo de vestir.
Dé sus zapatos viejos. Procure andar descalzo
algunos días.
Pase una tarde entera paseando libremente por
la playa, o el parque,
o escuchando el canto de los pájaros.
Vea el mundo desde otras perspectivas.
Abra y cierre los cajones y puertas con la mano izquierda.
Duerma del otro lado de la cama...
después, procure dormir en otras camas.
Vea otros programas de televisión, compre otros
periódicos, lea otros libros.
Viva otros romances.
No haga del hábito un estilo de vida.
Ame la novedad.
Duerma más tarde. Acuéstese más pronto.
Aprenda una palabra nueva cada día en otro idioma.
Corrija la postura.
Coma un poco menos, pruebe comidas diferentes,
nuevos platos, nuevos colores, nuevas delicias.
Busque lo nuevo todo el día,
el nuevo lado, el nuevo método, el nuevo sabor, el nuevo
estilo, el nuevo placer, el nuevo amor, la nueva vida.
Inténtelo.
Busque nuevos amigos.
Busque nuevos amores.
Haga nuevas relaciones.
Almuerce en otros locales, vaya a otros restaurantes,
tome otro tipo de bebida, compre pan en otra
panadería.
Desayune más pronto, coma más tarde o viceversa.
Escoja otro mercado...otra marca de jabón,
otra crema dental...
báñese a otra hora.
Use bolígrafos de otros colores
Vaya a pasear a otros sitios.
Ame mucho, cada vez mas, de modo diferente.
Cambie de bolso, de cartera, de maletas,
cambie de coche, compre nuevas gafas, escriba otras
poesías.
Tire los viejos relojes,
rompa delicadamente esos horrorosos despertadores.
Abra una cuenta en otro banco.
Vaya a otros cines, a otros peluqueros, a otros
teatros,visite nuevos museos.
Cambie.
Acuérdese de que la vida es una sola.
Y piense seriamente en buscar un nuevo empleo,
una nueva ocupación, un trabajo mas light, más
placentero,
más digno, más humano.





Si no encuentra razones para ser libre
invéntelas.
Sea creativo.
Y aproveche para hacer un viaje sin pretensiones,
largo,
si es posible sin destino.
Experimente cosas nuevas.
Cambie nuevamente.
Cambie, de nuevo.
Experimente otra vez.
Ciertamente conocerá cosas mejores
y peores de las que ya conoce.
Pero eso no es lo que importa.
Lo más importante es la mudanza, el movimiento, el
dinamismo, la energía.





¡Solo lo que está muerto no cambia!

"Mude".  Edson Marques




(Fotos: Sam Taylor-Wood)







CHANGE. Tracy Chapman

jueves, 5 de enero de 2012

"Dejadlo ir, dejadlo ir..."



En homenaje a Isaac Díaz Pardo (22 de agosto de 1920- 5 de enero de 2012).

María y Teresa. Isaac Díaz Pardo



"Nací en Santiago, no número 37 da rúa das Hortas… Por cierto Beotas: ¿prefiere usted el gallego o el castellano…?".
Hombre… Llevo ya nueve años con estas entrevistas y, excepto la de Ramón Villares, que fue pensada para ser publicada en el Día de las Letras Gallegas, todas fueron en castellano…
Pues, como le iba diciendo, aquella casa perteneció a una mujer que iniciaba as rapaciñas no oficio da prostitución y que fue conocida como la casa daTumbona. Allí viví hasta mis ocho años, en que tuvimos que trasladarnos, porque la compró un petulante canónigo con bastante dinero, don Calixto, del que decía la gente con ironía que era el hombre más listo que el mundo conoció después de Cristo. A mí siempre me pareció que era más vivo que el demonio… Tras diferentes avatares, aquella casa es ahora propiedad de mi buen amigo, el rector Senén Barro. Como verá, un lugar muy interesante para llegar al mundo…
¿Fue la primera vez que la vida le desalojó?
Mi hermana Chita y yo no llevamos bien aquello y decidimos pintar las paredes de la casa con la frase: "Qué listo es Don Calixto…".
¿De su padre?
La memoria permanente, el recuerdo de un sentimiento profundo. Me quería mucho. Hacíamos juntos tantas cosas… Su muerte fue un episodio trágico de aquella época de violencia.
¿Qué piensa ahora de aquello?
Que fue demasiado sufrimiento para demasiada gente…. Que ese penar nos acompaña toda la vida...
¿Lo superó?
Acepté la vida como vino.
¿Conformista?
Sencillamente resignado a las cosas que ya no tienen vuelta. De ahí la necesidad y la obligación de no perder nunca la memoria.
¿Le gustaría poder olvidar?
Eso jamás. El recuerdo debe permanecer. Mi padre estaba en la cárcel y retrató a los compañeros de celda… Los fusilaron a los veinte. Entre ellos estaba Ángel Casal, que fue alcalde de Santiago de Compostela, un gran personaje.
¿Y su madre?
Lo pasó muy mal. En el 42, poco después de que fusilaran a mi padre, padeció cáncer de pecho y murió en A Coruña. Como le decía, las cosas vinieron así. A estas alturas qué voy a decirle sobre todo aquello…
Los noventa y un años de vida curtida en el conocimiento no le han cambiado su sempiterna mirada melancólica, entre la nobleza y la pillería. Me extiende su tarjeta de visita:
"Ahí me tiene para lo que necesite…".
En la cartulina, completamente blanca, sólo figura: Isaac Díaz Pardo. Nada más… ¡Y nada menos! Me fijo en el movimiento pausado de sus manos. No distingo un solo gesto defensivo, apenas dibujos en el aire que evocan tiempos pasados, momentos vividos, creaciones permanentes... Su inevitable sonrisa mantiene la sinceridad propia de quien comienza a despegar del aeropuerto de la vida. Eso sí, ya se apunta algún recurso para disimular pasajeros olvidos que el tiempo va imponiendo de manera implacable. Pero Díaz Pardo no se conforma con esos vientos y, como el que no quiere la cosa, se detiene, medita y retoma con la precisión de quien ha librado los combates de una vida fecunda y generosa:
"Cada día acudo puntual al trabajo. Ahora reviso y reordeno todo lo guardado. ¡Me reencuentro con tantas cosas…!".
Inevitable Castelao…
Hay dos carteles que hice con motivo del Estatuto del 36 y que recuerdo perfectamente cuando se los mostré. Uno de ellos decía: "A nosa terra non é nosa". Representaba a un leñador rodeado de niños. Castelao me dijo que en lugar de aquella frase pusiera: "Para que a nosa terra sexa nosa, vota o Estatuto".
¿Y el otro?
El original se perdió en la guerra, en uno de los registros que hicieron en casa. Representa una vaca y una rapaza que le está dando de comer mientras un señorito con chistera la ordeña. Castelao me dijo que era una estampa con alma.
¿Su llegada a Madrid?
¡Tiempos complicados! Llegué becado y en seguida comprobé que no había otra que hacer lo que le mandaban a uno. En la Academia de San Fernando había una especie de delegado gubernativo que daba muchas órdenes. ¡Y ay de quien no las cumpliera…!
¿Cumplió?
Nunca fui persona violenta. Tampoco conformista. Había que combinar prudentemente la dignidad y el compromiso con los ideales. Recuerdo una vez que nos obligaron a ir a Italia, a un congreso que organizaba el fascismo de Mussolini... En aquel ambiente nos encontramos con otros artistas que estaban en nuestra misma sintonía, muy lejos de aquel burlesco régimen. Ahora bien, en honor a la verdad, debo decir que en la de San Fernando me apreciaban mucho porque me consideraban un gran trabajador. Yo tenía hambre, y no hay mejor acicate para el trabajo que la gazuza.
Intento imaginarlo en aquel ambiente…
Mientras estábamos en Italia, los norteamericanos desembarcaron en el norte de África. Los fascistas italianos tenían los minutos contados... Allí conocí a Pilar Primo de Rivera y al autor de la música del Cara al sol, el maestro Tellería, que, además de gustarle mucho el vino, era simpatiquísimo…
¿Y ahora cómo contempla aquel tiempo?
Carallo, ya no tengo tiempo para mirar hacia nada de aquello. Tengo tantas cosas encima de la mesa y tanto que mirar del presente…
Machado escribió: "Ni el pasado ha muerto, ni está el mañana en el ayer escrito…".
Me apeno cuando pienso que algún amigo va a morir. Todos vienen y me preguntan una y otra vez… A veces no es sencillo recordar...
¿Y perdonar…?
No es que no tenga qué perdonar, es que las cosas siguen siendo complicadas. He vivido traiciones a la amistad, a la confianza, traiciones financieras… Contra ellas nada pude hacer. Ahí también me ha tocado resignarme.
¿Se considera un emprendedor?
Me hace gracia la palabra. Ahora parece que se la han inventado… Lo de emprender es un espíritu que se tiene o no. Yo no he sido un emprendedor, sino un trabajador que siempre ha hecho lo que ha podido. Me propuse recuperar la memoria de Sargadelos, de gran importancia para hacer justicia a la labor de Antonio Raimundo Ibáñez Llano y Valdés… Eso no es emprender, sino trabajar por la noble memoria. Él sí que emprendió.
¿Lo ha conseguido?
¿El qué?
Lo que se propuso…
Hombre, aun pecando de inmodestia, debo decir que me enorgullezco de que el nombre de Sargadelos sea reconocido en todo el mundo. Para mí que eso no estuvo mal…
La historia de este santiagués continúa por la Real Academia de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, de la que fue profesor. A partir de ahí comienza a exponer obra por todo el mundo, hasta que, en uno de esos giros que marca la vida, deja la pintura y pasa a la cerámica. Con otros socios funda la fábrica de Cerámicas do Castro, en Samoedo, Sada, ensayando con materias primas usadas en las primitivas cerámicas de Sargadelos. Esa vuelta a la esencia de la historia de Galicia, a la memoria que le habían robado demasiado pronto, le lleva a crear en la Argentina de 1963, el Laboratorio de Formas, junto con su amigo Luis Seoane. En ese momento, el mundo parece que quiere empezar a devolverle parte de lo que le había quitado:
"Irme a Argentina me sirvió para conocer a gente estupenda. Seoane fue un personaje excepcional, como Rafael Dieste y Lorenzo Varela… Gracias a ellos se recuperó buena parte de la Galicia histórica".
¿Mereció la pena tanto esfuerzo?
Nunca lo viví como tal. No me quejo de nada. Al contrario, las cosas se fueron haciendo.
¿Por qué Argentina?
Desde allí me pidieron que hiciera algo parecido a lo de Sada. Y no lo dudé.
¿Es cierto que le propusieron formar parte del Consello de Galicia…?
A medida que sus miembros fueron muriendo, se pensó en ampliarlo, pero aquello ya no era posible. Habría sido como ampliar el gobierno vasco en el exilio… Castelao le pidió a Luis Tobío que hiciera una estructura legal. Todo aquello terminó, como suele ocurrir siempre, con una trapallada. No, nunca estuve en aquel Consello…
¿Cómo era Seoane?
Una persona verdaderamente extraordinaria, muy culto y humano. Se llevó bien con todos. Coincidíamos en tantas cosas... Y no era fácil, porque él era diez años mayor que yo. Hace más de treinta años que murió y no hay día en que no me acuerde de él…
Volvamos al Laboratorio de Formas…
Desde él hicimos todo. Fue algo noble. Se fundó para recoger todas las ideas y para recuperar la memoria.
¿Y…?
Lo conseguimos. Ahí radica su mayor importancia.
¿El secreto?
La comarca no precisaba de secretos. Aquel marqués ya había creado una serie de industrias que ni siquiera existían en el resto de Galicia. Todo ello forjó una disciplina empresarial. Sólo quedaba pendiente la idea estética.
¿Fue el camino?
El primero en verlo fue Bello Piñeiro, el gran pintor ferrolano. Pensó que en aquellas ruinas de la fábrica de cerámica dormía buena parte del porvenir de Galicia. Y así se hizo.
¿Continuará…?
La Xunta concede un millón de euros para restaurar los restos que aún quedan y para terminar las casas de los obreros que ya están empezadas. Hay muchos más proyectos…
¿Por qué se fue?
Diga mejor que "me fueron". Fue una trampa legal. Alguien que llevaba trabajando treinta y cinco años conmigo me la jugó. Ahora puedo decir tranquilamente y sin tapujos que la Justicia no funciona. Parece como si ya nadie recordara que el Laboratorio de Formas trajo la auténtica memoria histórica…
Tras tanta controversia, ¿no le parece peligroso ese concepto?
Zapatero lo convirtió en ley y ya se sabe… Un sector del país no la quiere.
Quizá el desenterrar viejas rencillas no sea el mejor camino para superar una historia preñada de luchas fratricidas…
Considero un gran error el reflotar venganzas. La cuestión radica en darle a la historia, con sencillez y naturalidad, lo que a la historia le corresponde.
¿Pudo jugar eso en su contra?
Lo he meditado muchas veces… Puede ser que más de uno pensase: "Esos del Laboratorio de Formas son capaces de recuperar toda aquella memoria".
¿Si volviese a nacer…?
Ésa es una pregunta demasiado complicada para un hombre de mi edad... Siempre estuve en el empeño de ir evolucionando, por lo que no va conmigo repetir. Acepté las cosas como vinieron y ahora tengo que aceptar la expectativa de vida que te conceden los noventa y un años. Dejémoslo, para no parecer descortés, en que haría lo mismo…
El Refugio de Oleiros respira por las obras que cuelgan de sus paredes, un contradictorio regusto a nostalgia y sentimiento de modernidad. Su dueño no ha dejado de rendir tributo permanente al viejo combatiente que, enjuto y con la huella del tiempo en el rostro, marca el ritmo de la pausada charla.
Intelectual notable, indiscutible referencia de nuestra historia más reciente, repaso con él su Galicia Hoy, escrito junto a Luis Seoane, o aquel Paco Pixiñas, con el poeta Celso Emilio Ferreiro. Isaac Díaz Pardo, el chico que trabajó con Castelao, me comenta que en la vida ha visto "demasiadas cosas…" Mueve con estoicismo sus dedos que ya parecen sarmientos de cepa centenaria. Su mayor elocuencia está en los puntos suspensivos. Cada una de sus descripciones huele a pino, galleguidad, salitre y retranca...
"El amor es una virtud para continuar en la vida, para que no se interrumpa el crecimiento. Tiene sus encantos, naturalmente…".
¿Existe?
¡Vaya pregunta…! El amor es una fusión. Por razones de continuación las mujeres quieren tener hijos. Los hombres nos vemos arrastrados por ellas, pues son muy hermosas… Pero, Beotas, hágame caso, eso del amor es una cosa complicada…
¿Ha conseguido descifrarlo?
Nunca me pregunté por ello. Al amor uno va arrastrado. Es absurdo pretender resistir. Ellas nos llevan por las narices.
¿Es buen negocio la generosidad?
No lo sé… Lo fui dando todo y me quedé sin nada. Para mí que muy buen negocio no debe de ser. ¿Usted que cree…?
Que todavía me lo sigo preguntando…
Es mejor dejar algunas cosas de la vida en la duda.
¿Le costó hacerse empresario?
Lo que uno nunca es, jamás cuesta. No creo haberlo sido, aunque, al meterme en la empresa, lo pareciese. Piense que el Grupo Sargadelos fue muy rentable.
¿Cuesta más hablar con banqueros o con políticos?
Procuré no llevarme mal con nadie. Las cosas son así y cada uno es como es. Lo mejor es no complicarse con los estereotipos y transitar tranquilamente, sin buscar pelea…
¿Cómo vivió la llegada de la democracia?
Verdaderamente no había más solución que la que hizo el Rey. Había demasiados odios larvados y era muy difícil la concordia. La democracia fue bien defendida por el Rey.
No le hacía yo monárquico…
No confunda los términos. El proyecto de crear una república federal era inviable de todo punto. Durante la Transición ocurrieron muchas cosas y el Rey las detuvo. Hay que recordar bien aquel 23-F…
Isaac…
Es la historia…
¿Derecha o izquierda?
A estas alturas de la vida es algo evidente en mí…
Coño, no me sea tan gallego…
Siempre me pareció que lo trascendental radica en tener progreso y libertad. Pero las cosas no fueron nunca así. Hubo que aceptarlas como vinieron. ¡Qué se le va a hacer!
¿Ha sido feliz?
Una pregunta que nunca quise hacerme.
¿Por?
Entre otras cosas, porque no he tenido tiempo. Siempre estuve haciendo cosas, sin parar.
Pero no me negará que lo ha pasado bien…
Trabajé siempre en lo que me apeteció y resolviendo los problemas. Quizá esa sea la mejor definición del arte, dar la solución a cada problema… Suficiente.
¿Dónde está Galicia hoy?
Debería tener más cultura. Hay poco material relevante. Nos hemos convertido en un pueblo de cultura básica, de escuela…
¿Espera a la vieja dama?
Con paciencia y resignación. Le contaba el otro día al deán de la Catedral de Santiago, don José María Díaz, que lo que nos toca es devolver a la tierra los materiales que utilizó el ánima para hacernos tan complicados… Y estaba de acuerdo conmigo…
¿Su epitafio?
Déjeme pensar… Mire, ahí va uno: "Aquí murió Isaac Díaz Pardo: dejadlo ir, dejadlo ir…".
Superviviente de la Galicia que se rompió el alma en una pesadilla de exilios interiores y exteriores, Isaac Díaz Pardo encontró su lugar en el mundo. Hoy, cuando todos apuntamos futuro, inmersos en un logaritmo de ceros y unos, su trabajo al frente del Grupo Sargadelos está en el recuerdo imborrable de quien nunca se sintió extranjero en ningún lugar. La plenitud le ha hecho entender que es muy largo el camino para mirar atrás… Qué más da, qué más da… Aquí o allá…
"Y no lo olvide, Beotas, jamás busque pelea…".
¿Y si nos buscan…?
Entonces no haga por salir corriendo, sobre todo por el qué dirán…




Extracto de la entrevista de Enrique Beotas para "El Correo Gallego" (10-12-2011)







NEGRA SOMBRA. Coral Casablanca





lunes, 2 de enero de 2012

NADA MÁS




Cuando hacemos todo para que nos amen y no lo conseguimos, nos queda un último recurso: no hacer nada más. Por eso, digo, que cuando no obtengamos el amor, el afecto o la ternura que habíamos solicitado, mejor será desistir y buscar más adelante los sentimientos que nos fueron negados.
No conviene hacer esfuerzos inútiles, pues el amor nace, o no, espontáneamente, nunca por imposición. A veces, es inútil esforzarse demasiado, nada se consigue; otras veces no damos nada y el amor se rinde a nuestros pies. Los sentimientos son siempre una sorpresa. Nunca fueron una caridad mendigada, una compasión o un favor concedido. Casi siempre amamos a quien nos ama mal, y despreciamos a quien más nos quiere.
Así, repito, cuando hayamos hecho todo para conseguir un amor, y falla, nos queda un último recurso...no hacer nada más.


Clarice Lispector













I CAN'T MAKE YOU LOVE ME. Bon Iver




Turn down the light
Turn down the bed
Go on, turn down these voices
They're inside my head
Lay down with me
Go on, tell me no lies, no lies
Just hold me close
And don't patronize me
Don't patronize me

'Cause I can't make you love me, darling
If you don't
You can't make your heart feel
Something it won't
Oh, here in the dark
In these final hours
I will lay down my heart
If you feel the power, but you won't
Oh, you don't



I'll close my eyes
Then I won't see
The love you don't feel
When you're holding me

Morning will come
And I'll do what's right
Just give me till then
To give up this fight
And I will give up this fight
 


'Cause I can't make you love me
If you don't
If you don't find love, darling
Oh, on your own
'Cause you know that I found love, darling
On my own, on my own, on my own
I found love, darling, darling
Right, right, right in the knick of time

I found love, darling
I found love, darling
I found love, darling, darling, darling, darling, darling
Love in the knick of time