martes, 31 de agosto de 2010

Sexo



Solo para tener una idea general de lo que es el sexo en nuestro planeta (y para impresionar a sus amigos en las fiestas) piense apenas que, a cada segundo que pasa, se producen en todo el mundo 19.000 orgasmos masculinos. Con otras palabras, es bastante probable que, en el mundo entero, 6 millones de seres humanos estén constantemente ocupados con la apreciación sexual del cuerpo de otra persona. Y esto sin contar con aquellos que están apreciando activamente su propio cuerpo.

Si comparamos el numero referido con la tasa de natalidad internacional de 4´5 NPS (nacidos por segundo), la hipótesis de que los humanos copulen solo con fines reproductivos se vuelve completamente ridícula. Es obvio que la ratio entre el producto resultante y la unidad de energía gastada no impresionará a los economistas, ya que, probablemente, la mayor parte de ellos habrá abandonado estos placeres hace mucho tiempo.

El sexo presenta innumerables ventajas cuando es comparado con otros pasatiempos. Es más barato que el golf o el tenis, porque la mayor parte del equipamiento es gratuito. Exige menos pericia que, por ejemplo el snooker, a pesar de que no podemos negar que, en ambos casos, el desempeño puede ser perfeccionado con práctica y trabajo arduo. Da más satisfacción inmediata que coleccionar sellos o oír Rádio Renascença y tiene aún la ventaja de que no es necesario reunir tantos jugadores como para un partido de fútbol.

Todo esto se debe, probablemente, al hecho de que el sexo es una actividad bastante simple, apacible y normalmente inofensiva, que entró en nuestros hábitos a los largo de los siglos. Basta consultar los documentos históricos más básicos para llegar a la conclusión de que todos los grandes líderes (especialmente aquellos que, durante los últimos años, fueron calificados como déspotas y tiranos) presentaron propuestas políticas que incluían menos sexo para las masas. En la realidad, para descubrir un dictador de lso tiempos modernos, lo mejor que se puede hacer es averiguar cuales son sus puntos de vista sobre el sexo ilícito.

Antiguamente la situación era bastante simple, el sexo era una actividad tan normal como comer, beber o respirar. El hecho de que todas las personas lo hicieran era reconfortante, y no amenazador, pro lo que la discusión pública estaba limitada a las casernas, los bares y a otros locales de limitada actividad sexual, donde era fácil contar historias fantásticas sin necesidad de probar nada.

Mientras tanto, la invención de la penicilina, de la contracepción eficaz, del Cosmopolitan y del Ford Escort XR 3i alteró esta situación para siempre.

La comprensión de las convenciones sexuales ( y de inspiradas nuevas formas de practicar el sexo) se volvió aceptable y, más aun, un requisito obligatorio para la admisión en determinados círculos sociales.


TimWebb & Sarah Brewer



Programa tipo 100% veraniego


Comentarios tipo 100% youtube:

  • @FalconGP1 jejeje ya te digo

  • waaa

    , si ami me tocara donde toco al aleman, jojojojo

    podeeerr!! jajajaja

  • Serie Fauna Ibérica. Hoy: la zorra y los truchas... sin comentarios. Qué televisión de m... tenemos.

  • @jaime26350 jajajajaja pedazo documental

  • @jaime26350 jjjjjjjjjjjjjajajajajajaajajajajaajajajajaj

  • ANTENA 3

    Emitiendo programas de "calidad" desde 1990

  • a mi no me da igual  rubiaaaaaa

  • el viejo truco de hacerse pasar por gay

  • @dalepibe jajaja hostia lo probare

  • La tele es mal




Me gusta la playa , el calor y todos esos regalos que nos trae el verano, pero por momentos deseo que se acabe .

;-)






martes, 24 de agosto de 2010

CRY ME A RIVER



"Cry me a river" (no confundir con la canción del mismo título de Justin Timberlake) es una balada jazz-blues escrita por Arthur Hamilton . Aunque fue originalmente compuesta para Ella Fitzgerald, no fue esta quien la dio a conocer y la convirtió en un éxito sino la actriz y cantante Julie London en 1955.
En 1953 Jack Webb, marido de Julie London y reconocido actor y director de cine y televisión, se embarca en un nuevo proyecto, la película Pete Kelly´s Blues. En ella, él interpretaría el papel principal como trompetista de jazz y Ella Fitgerald tendría un pequeño papel como cantante en aquellas escenas en las que actuase la banda de Kelly.
Necesitaban nuevas canciones y Julie London se acordó de Arthur hamilton, un compañero de escuela que se graduó con ella al que no veía desde hacía más de 10 años, pero al que siempre había oído decir que le gustaba escribir canciones. Lo llamó y le preguntó si todavía lo hacía. Décadas después Arthur recordaba aquella llamada: "Si, escribía, escribía en la parte de atrás de las recetas, trabajando como repartidor en una importante cadena de droguerías".
Ante la urgencia de London y Webb, Arthur compuso tres canciones “He Needs Me”, “Sing a Rainbow,” y “Cry Me a River.”
El proyecto se prolongó más de lo previsto (lo suficiente para que Julie y Jack se divorciaran) pero fue Julie , y no Ella Fitzgerald, quién interpretó las dos últimas canciones (la primera se eliminó del proyecto).

Cry me a river se publicó como single al mismo tiempo que la película. Fue su primera canción y su primer disco. El éxito fue enorme y Julie London se mantuvo durante tres años como lider en el ranking de cantantes femeninas de Billboard.



Julie London (1955)

Now you say you're lonely/ You cry the long night through
Well, you can cry me a river / Cry me a river / I cried a river over you

Now you say you're sorry, for being so untrue
Well, you can cry me a river / Cry me a river / I cried a river over you

You drove me, nearly drove me, out of my head
While you never shed a tear
Remember, I remember, all that you said
You told me love was too plebeian
Told me you were through with me and...

...Now you say you love me / Well, just to prove that you do
Come on and cry me a river / Cry me a river / I cried a river over you
I cried a river over you
I cried a river...over you...


Todavía volvería a interpretarla otra vez en el cine, en esta escena de la película The girl can´t help it.





Una voz, dos instrumentos y una letra sencilla bastaron para convertir esta canción en una de las canciones americanas más populares.
Cry me a river, esta expresión de difícil traducción (llórame un río?), no es de uso común, incluso se dice que a Arthur Hamilton se le ocurrió a partir de una mala transcripción de otra canción Crimea River. Aparece en esta canción por primera vez.
Respecto a la letra de la canción, parece ser que hubo algún desacuerdo entre Webb y Hamilton respecto al uso del término plebeian ( You told me love was too plebeian)
A Webb le parecía que al ser interpretado por una cantante negra podía llegar a herir sensibilidades. Hamilton no aceptó ningún cambio y finalmente la canción quedó como estaba.

Sobre la interpretación de Julie London se ha hablado y escrito mucho, de su voz envolvente, smoked, se ha dicho incluso que había inventado un nuevo género : revenge torch.
Una torch song es una canción de amor , generalmente cantada por una mujer, en la que esta se lamenta por un amor perdido o no correspondido. Julie habría añadido en esta canción un nuevo elemento: venganza.


La canción ha sido versionada hasta hoy por más de 150 artistas.

Ella Fitzgerald acabaría grabando la canción en 1961.

Barbra Streisand la incluyó en su disco debut en solitario, The Barbra Streisand Album, en 1963.

Joan Baez, Aerosmith, Bjork, Jeff Beck, Ray Charles, Diana Krall, Joe Cocker, Sam Cook, Dexter Gordon , Nina Simone, Natalie Cole, y muchos otros más.



Bjork (en vivo)


Caetano Veloso


Dexter Gordon (saxo)



Davy Graham (guitarra)


Diana Krall





Los ecos de esta canción llegaron al cine. El director chino Jia Zhangke realizó en 2008 el corto Cry me a river. Habla del destino de su país a través de una metáfora sobre el desgaste del amor.





Pregunta:

¿Cuanto hay que llorar para llorar un río?