martes, 16 de julio de 2013

Voy...


Voy a tender la ropa y vuelvo.





Si tardo 
              puede ser
                                porque 


me entretuve con una araña.



Me dormí a la sombra de un castaño.



Me llevó un rabo de nube.



Me perdí entre el maíz.


Se me pasó el tiempo sin querer.

Me oxidé.

O me retuvo el paisaje.














Vaca haciendo la digestión

domingo, 7 de julio de 2013

"The lovers"




Marina Abramovic y Ulay se conocieron en Amsterdam en 1976. Ella, serbia, hacía una perfomance en la que, con una cuchilla, dibujaba una estrella comunista ensangrentada sobre su vientre.


Él, alemán, nacido el mismo día del año que ella, un 30 de Noviembre, y también dedicado al arte de la performance, observaba.

A partir de ese encuentro formaron pareja sentimental y artística con el nombre de "El otro". Sus trabajos, cargados de simbolismo, siempre tenían como eje central el cuerpo y las relaciones humanas. 




Se abofetearon, gritaron, hicieron chocar sus cuerpos, unieron sus bocas hasta el mareo.


Fueron doce años fructíferos, de una simbiosis perfecta, pero con  épocas muy duras en las que casi no tenían para comer. Parte de ese tiempo, concretamente cinco años,  vivieron en una furgoneta e iban haciendo los trabajos que surgían a cambio de comida, simplemente para sobrevivir.





Agotada la relación, comienzan las infidelidades y una cierta rivalidad a nivel profesional.





Para escenificar su ruptura realizan una última perfomance: The Lovers. Recorren en solitario los 2.500 kilómetros de la Gran Muralla China, cada uno desde un extremo, él desde el desierto de Gobi y ella desde el mar Amarillo, y se despiden en el centro con un abrazo.





A partir de ahí, siguen sus carreras por separado, pero con mucho más éxito para Marina. Según Ulay, por la ambición de ella y la vagancia de él.

Pasan 23 años, y en 2010, el MOMA celebra una retrospectiva de Marina Abramovic, The artist is present. Allí están parte de sus biografías, los vídeos de todas las performances que realizaron y hasta la furgoneta.


A lo largo de los tres meses que duró la exposición, Marina Abramovic permaneció la jornada completa sentada a uno de los lados de una mesa; al otro, una silla esperaba a los visitantes que se quisieran sentar. Se trataba de sostener la mirada, sin prisa y en silencio. Pasaron por la exposición 850.000 personas, muchas de las cuales no dudaron en pasar por el experimento.

Una de esas personas fue Ulay.

Preparado o no, así fue el encuentro:





martes, 2 de julio de 2013

Sabe Deus



Será que Deus não sabe que não sabe?






















SABE DEUS. Idan Raichel proyect & Ana Moura


Sabe Deus
Tudo o que me vai na alma
Sabe Deus
Onde encontro a minha calma
Só Deus sabe
Como calma era a manhã em que saíste
Nesse dia em que me deixaste
E para sempre partiste.

Sabe Deus
Como é fria a nossa cama
Sabe Deus
Como a minha voz te chama
Só Deus sabe
Como posso eu viver nesta tristeza
De saber que não vais voltar
É esta a minha certeza.






Gracias por la canción, Maia.