jueves, 22 de marzo de 2012

SAL COMÚN

Hace ya unos cuantos años fui compradora habitual de la revista "Sal común".  Estaba dirigida a un público joven y la mayor parte de su contenido  dedicado a la música, aunque también tenía espacio para  el cine, la literatura, la ecología,  etc.
Había en ella también una sección dedicada al correo de los lectores donde se podían encontrar todo tipo de mensajes, desde gente que intercambiaba discos, libros o comics, compra-venta de  algún tipo de aparato, o simplemente  contactos. 



Siempre echaba una ojeada a esta sección sin más intención que curiosear, pero algo debió llamarme aquella vez la atención. No recuerdo exactamente las palabras, pero lo que sí recuerdo era un mensaje en el que una persona  buscaba amistad de manera sincera y casi desesperada, o eso me pareció a mí. 
Sin dudarlo mucho, y a pesar de ser  la primera vez -y también la última- que lo hacía,  escribí.
Se trataba de un chico llamado Manuel, de Pasajes de San Pedro.
En poco tiempo tuve respuesta suya. Supe, además, que no había sido la única que respondía a la "llamada" y que habían sido varias chicas las que habían hecho lo mismo que yo .
Nos estuvimos escribiendo durante unos meses. Sus cartas eran muy largas, en cuartillas escritas a doble cara, la letra muy apretada, densas. Se mezclaban allí reflexiones filosóficas, asuntos personales, fobias.
Deduzco, después de leerlas ahora, que las mías no debían ser muy distintas puesto que, según él mismo decía, conectábamos en bastantes cosas.




Un día recibo una carta que viene de su misma dirección pero con otro remitente.
Creo que fue Mark Twain el que dijo que era más difícil escribir una carta que un libro. No lo sé, porque nunca escribí un libro, pero podría añadir que a veces también es difícil leer.
La carta venía de su hermana y decía, entre otras  cosas y  después de un amable y cariñoso saludo, esto:


"Bien, hace cosa de unos días recibió mi hermano una carta tuya en la que le preguntabas el porqué de su no contestación y a ver si había llegado tu carta anterior de cinco hojas; pues bien, llegó, pero cuando eso sucedió, él, Manuel, estaba en el psiquiátrico (no, no es broma), ahora me aclaro pero antes déjame fumar o, por lo menos, encender un cigarro, pues cada vez que me acuerdo de todo "aquello" se me ponen los pelos de punta.
¡Ya está!, vamos allá. Todo empezó el 12 de marzo...".


Me cuenta que ese día falleció un familiar y su hermano se queda "cortado", expresión a la que en ese momento no da mayor importancia. Los días que siguen observa comportamientos que ella misma define como "raros".


"En la mañana del día 14, al entrar en su habitación, lo encontré en medio de ella, desnudo y con la persiana completamente subida, le pregunté que era lo que hacía pues nunca lo había visto así y con lo tímido que es él me extrañó un montón; luego me dijo que quería dormir y lo dejé metido en cama. A eso de las 10:30 fui para ver si estaba dormido y se estaba vistiendo. Le pregunté a donde iba y me dijo que al monte, se puso un pantalón que nunca se había puesto (de esos que tienen bolsillos en las piernas) y luego cogió unas cosas como eran, 3 guantes, un desodorante spray, mechero, la foto de una tía con la que se escribe y algunas cosillas más. Sacó toda la ropa de un armario y la esparramó por el suelo. Esto ya me puso alerta, y cuando se fue llamé a mis tías para que vinieran; así lo hicieron  y después de una hora más o menos, llegó él, con una cara demacrada y al ver a mi tía me echó una mirada que nunca podré olvidar (como reprochándome haberla traído), luego vino mi tío y  ya eso de las tres o así vinimos a casa y estaba en una habitación desnudo. Le dijeron que se vistiera y lo llevaron al psiquiatra y allí estuvo 6 días, hasta que en ese sitio le descubrieron que estaba quemado (de cuando se había ido al monte). El día 20 de marzo ingresó en el hospital para hacerle los injertos y todavía está allí. Los psiquiatras le pronosticaron que tenía ESQUIZOFRENIA, ideas delirantes, despersonalización, etc.
Pero bueno, ahora ya va mucho mejor, está muy contento allí con las enfermeras y tal, ya estoy deseando que lo bajen (pues aunque no nos han dicho nada, creo que bajará, aunque hay veces que está "en otro lado").
[...]
Siento mucho haberte hecho preocupar, pues a todas las cartas que le escribieron contesté, pero por lo que se ve, se me olvidó hacerlo con la tuya. Lo siento y perdóname, si puedes.
Espero que esto que te cuento no te defraude de él, pues me gustaría que le siguieras escribiendo, le hacen falta esas cartas, o sea, vuestras cartas. [...] Y sin nada más por el momento te dejo, pues ya te he dicho todo lo que sé y creo que te interesaría saberlo a ti también, ¡ah! pero ya no te preocupes por nada, pues está mucho mejor, así que HASTA SIEMPRE, AGUR."


Dejé pasar un tiempo, el que supuse necesario para la "curación" de su enfermedad... y de mi impresión.
La contestación tardó, así que entre esta carta y la siguiente pasaron casi seis meses.
Y la siguiente -afortunadamente- ya no se parecía nada a las anteriores, ni siquiera en el aspecto.
La carta más corta, la letra más suelta, alegre. Me contó que estuvo ingresado en el hospital más de dos meses, que hizo amistad con enfermeras y enfermeros, que sus quemaduras iban curando, que salía con amigos, que iba al cine, que viajaba...
Mis circunstancias iban cambiando (estaba más ocupada con los estudios) y las suyas también. La necesidad de comunicación poco a poco se desvaneció, y las cartas se fueron espaciando en el tiempo hasta que finalmente se cortó la comunicación.


Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero al escribir esta entrada no pude evitar buscar en la red alguna "noticia" suya, puesto que conozco su nombre y apellidos. 
La encontré: vive en la misma ciudad y trabaja en un hospital.


Un abrazo.







66 comentarios:

fiorella dijo...

Me llegó mucho tu post...y todo empezó, con una revista. Conocí Pasai San Pedro, Pasai Donibane,Pasai Antxo. Otra revista otro barrio,increíble gallega. Que temón!!!Agur,mutxu.

Blue dijo...

¿Se dice Pasai?, pues no lo sabía. No conozco ese sitio pero todavía tengo una postal (que iba a poner y al final no puse) y parece bonito.
Mutxu, Fiorella.

Kez dijo...

Bonita historia, Blue. De final abierto. Bai, euskaraz esaten du Pasai [Trad: Sí, se dice Pasai en euskera]. Un abrazo,

fiorella dijo...

Si,Pasai=pasaje. Me asombra que el mundo resulte tan chiquito y nos haga coincidir en algo impensable.Es precioso el Puerto de Pasajes que es el encuentro de Pasaje San Pedro y Pasaje San Juan=Donibane. Pasaje Ancho es frente a los dos,digamos, un barrio o zona un tanto deprimida con un proyecto,muy discutido, de reciclaje.Desde el Puerto de Pasajes salían barcos rumbo a sudamerica. Hay una capilla en lo alto del monte donde iban los que se embarcaban luego a la aventura sudamericana.Está la casa de Victor Hugo,etc..

Genín dijo...

Los largos años que viví en Guipuzcoa, fue en la poca de Franco, naturalmente, yo nací en 1941, Pasajes era un puerto feo, sucio, subdividido en Pasajes de San Juan, Pasajes Ancho, y otro que ya no recuerdo, todos los problemas sociales los podías encontrar en Pasajes, alcoholismo, drogas, desempleo, delincuencia y luego la ETA hizo su aparición reclutando gente. Eso era en mis tiempos, seguro que ahora es totalmente diferente, pero es lo que he recordado al leer tu entrada.
Besos y salud

David dijo...

Joder! ¿esto es verdad?
Una gran entrada. Me ha encantado. La leía y me estaba quedando a cuadros. Y ese final tan... no sé... jopé, Blue...deja de vez en cuando los copia-pegas, que cuando sales con una de estas.
Una entrada preciosa. Me ha encantado y me ha emocionado.

Mariluz GH dijo...

Mi hermana mayor también era aficionada a intercambiar cartas con personas de todo el mundo... y aún sigue :)

Un pasaje de tu historia muy bonito... una entrada muy íntima, preciosa :)

abrazos desde el sur

Darío dijo...

Qué loco es este mundo! Pensar que antes, comunicarse era un ritual y hoy es casi una exigencia tecnológica y medio burda. Tal vez exagere, pero siento que algo se ha perdido en ese ritual de la misiva, aunque claro, este sea un caso tan particular y hasta doloroso. Un abrazo.

mariajesusparadela dijo...

Me pasa como a David: estoy absolutamente pasmada de esta entrada.
Por favorcito, Blue, deja los copi-pega y prémianos con cosas como ésta.

Blue dijo...

¿Final abierto?, bueno, pues lo dejo así, que ese tipo de finales me gustan más.
;-)
Musutxuak.

(No entiendo como "si" se puede decir "bai", ja, ja)

Blue dijo...

Ya ves, coincidís aquí varios vascos, ja, ja.
La verdad es que el sitio parece muy bonito. Aunque a mi todos los pueblos marineros me gustan, este está en medio de un paisaje precioso.
Ni idea de lo de Víctor Hugo.

Blue dijo...

Curioso, pues este chico en concreto estaba embarcado...a veces.
Besos y salud, Genín.

Blue dijo...

Gracias, David. Si, claro que es verdad.
El final hasta me sorprendió a mí.
El copi-pega es cómodo y me permite expresarme con palabras de otros.
Lo que a algunos os sale a borbotones a mí me cuesta un montón. No sabes la de vueltas que le dí a esto. Quería contarlo pero no sabía por donde atacar, ja, ja...por eso tardé.
Un abrazo.

Blue dijo...

Mariluz, yo no volví a hacerlo. También estaba más ocupada, la verdad, pero mi siguiente contacto con desconocidos ya fue a través de blogs.
Un abrazo.

Blue dijo...

¡Y tanto que era un ritual!. Una carta se pensaba con calma, se escribía despacio, con tiempo. Yo, además, le añadía dibujos y otras cosas.
Tanto era así, que alguna vez rellené tanto el sobre con dibujos que me olvidé del sello, ja, ja.
Besos.

Blue dijo...

Bueno, esto no pasa todos los días.
Además, para contar cualquier cosa que tenga que ver conmigo, me tengo que exprimir, ja, ja.
Bicos.

India dijo...

Yo paso de decirte ná... que me has hecho un nudito que a ver quién se lo quita ahora... y como ya todos antes han ido diciendo lo que te diría, me sonaría aún más vacío un comentario mío en esta pedazo de entrada.
Me encanta que seas tan gallega, Blue... porque como dice Kez, tú en tu mismidad eres un final abierto y me encanta tener gente así cerca.
Achuchones...

vera eikon dijo...

Me estremeció la historia. ¿Sabes? Siempre me conmueve ver la letra de la gente. No sé por qué razón, pero sobre todo me quedo absorta cuando veo una letra aniñada, que se parece tanto a la que teníamos en el colegio como ésta. Me pregunto si la letra realmente es un indicativo de la personalidad. Y aunque no tengo ni la más remota idea de grafología, no puedo evitar imaginarme a la persona que existe detrás de la letra. Después de lo que cuentas de este chico es fácil inventarse una teoría acerca de su personalidad que encaje con su escritura. Pero tú misma dices que cuando ya se encontraba más tranquilo, la misma letra era menos nerviosa y apretada. Me alegra que este haya sido un final feliz. Bico, Blue

Juanjo Mestre dijo...

Joer, leer esto realmente llega al alma. Besos.

CINEXIM dijo...

Ostras, pensaba que era una entrada de David, hasta que me he dado cuenta de que no. En todo caso es ciertamente una gran entrada, muy humana.

Un saludo!!!

Blue dijo...

Bueno, pues me parece curioso que lo veáis abierto, pero...tengo que mantenerme en mi mismidad, ja, ja.
Achuchones!!!

Blue dijo...

Vera, algunas veces he jugado a grafóloga, pero con poco xeito y convencimiento.
Ahora sí, un grafólogo, te dirá que es una ciencia, o casi.
Bicos.

Blue dijo...

Aaah, que bien, ¿no?. Johnny debes ser muy joven y con conoces esa revista ¿no?. Creo que tuvo corta vida, o eso leí por ahí.
Besos.

Blue dijo...

Cinexim, hubo aquí un trasvase, y hasta yo creí que mi blog estaba en el safari, ja, ja.
Un saludo.

Carmela dijo...

Una historia hermosa Blue, ese cruce de correos, esas cartas, que por lo que veo aún conservas (que bonito). la historia que encierra y al fin un final que podía haber sido cualquier otro, pero qué fue un buen final para él. Me ha gustado mucho. Pero sabes, las otras que haces tambien me parecen muy tuyas. Yo las veo como ideas, pensamientos, preguntas o curiosidades tuyas expuestas con otras palabras que no son las tuyas, pero que sí hablan por ti. Quizás digo una tontería, pero lo veo así.
Resumiendo, jajaja, me ha gustado muchoooo.
Besos y Bicos

Daniel F. dijo...

Nunca se me ha ocurrido pedir contacto en ningun medio y menos contestarlos. Simplemente me voy a tomar algo con algun amigo, hablamos y a otra cosa mariposa...Esa letra es de chica, de colegio de monjas... Un saludo..

Blue dijo...

Si, conservo todas las cartas.
No dices ninguna tontería. Como bien dice Marcela, con nuestras elecciones también nos definimos.
Besos, Carmela.

Blue dijo...

Temujin, es que no me pegas tú pidiendo ayuda, ja, ja.
Eso recuerdo que lo decía yo de alguna letra, que parecía de colegio de monjas, pero quizá era más perfecta que esta, más redondita.
;-)
Saludos.

jorge dijo...

A veces tener una oreja dispuesta a escuchar es todo lo que necesita una persona para sacarse la angustia interior.

Escribirse (en carta, ahora por correo electronico) con alguien que no has visto nunca te permite decir lo que a tus vecinos ocultas. Toda una liberación cuando debes callar mucho.

Me gusta ir sabiendo a traves de los mensajes secritos, disfruto acortando distancias, abriendo puertas...

Blue dijo...

Jola Jorge, seguro que sí. Y sobre todo entre personas tímidas -que por otra parte son la que buscan ese tipo de contactos- estoy segura de que es terapéutico.
Un saludo.

Gata Chopada dijo...

¡Caramba nena!, al principio no me di cuenta que era una historia tuya.
Cuántos recuerdos me ha traído... Qué afortunada me siento de haber vivido la veintena, sin móviles ni internet, y sin embargo, de tenerlos ahora. Lo nuestro sí ha sido LA Transición, y lo demás gilipolleces.
Ese escribir a mano: Elegir si boli o pluma, qué color...Elegir el papel, si folio blanco, si cuartilla, si a cuadraditos, si a rayas... Pensar las palabras...Buscar el sello, chuparlo (¡me encantaba el sabor!), pedirle que te los devolviera recortados en su próxima carta porque tu padre se los colecciona... Echarla a correos, y esperar, esperar, esperar la respuesta mirando cada día el buzón con el corazón encogido. Y cuando la carta estaba allí: ¡¡UAUUUU!!!: Indescriptible.
Adora los relaciones epistoleres. Mi biografía (de algún modo hay que llamarla), no podría escribirse sin ese apartado. Lo que podría molestarme de una relación epistolar, es no ser la única. Mira, ahí sí soy posesiva. Porque el destinatario es como un oráculo a quien todo se lo cuentas, y pides lo mismo para ti. Puedo soportar ser la amante de un hombre con muchas amantes, pero no soporto, no soporto, formar parte de "toda esa gente" cuando de una relación epistolar se trata.
No sé si me explico, azulona, pero me he extendido demasié.
Bicochonísimos.
(Ah, y me pasa lo mismo que a las ladies: Me gustas toda, cuando escribes tú, y cuando "montas" tú)

Frankie dijo...

¡Albricias! ¡Por fin "habló" la mudita, ja, ja! Ay, ay, siempre expresándote a través de voz interpuesta y ocultándonos estas historias tan humanas. Que no es tan complicado redactar, so vaga. Bueno, una vez dicho esto, me alegro mucho de la relativa y aparente conclusión feliz, de esa "curación" -entrecomillando como tú lo haces- que permite que esta persona pueda seguir funcionando incluso con un trabajo, lo que hoy en día no es baladí.

Curiosas esas cartas de cinco folios que escribías, sí que tenías cositas para contar, so prolija. Yo, por cierto, soy de los que se niegan a dar pábulo a ese rumor que corría por ahí: el de que leerte pudo haber contribuido a trastornarle más todavía. Yo leí el "Brigadoon" por vez primera hará un año y medio y con una semanita de electroshock y antipsicóticos tuve bastante, ja, ja, ja.

Besos, autora ;)

Il Gatopando dijo...

Mi madre tiene una amiga gallega con la que se carteaba desde que eran niñas. Yo, la verdad, tengo que pararme a pensar para averiguar cuál fue la última carta que escribí a un amigo/a. Sería interesante recuperarla, como recobrar el fin de algo. Eso sí, conservo la gran mayoría de las cartas que recibí. Las hay que tienen más de treinta años.

En cuanto a la esquizofrenia, recomiendo una novela: La fragilidad de la porcelana, de Enrique Mochales. Editorial Alberdania. Es un escritor vasco y el enfoque que le da a la enfermedad es iconoclasta pero efectivo. Una lectura burbujeante pero en absoluto inocua.

Yo no leía Sal Común pero sí Disco Express.

Saludos.

Blue dijo...

Ja, ja, ja, Frankie, te prometo que hasta yo me asusté cuando leí lo de las cinco hojas. Y no sabes cuanto daría por ver una...es que no recuerdo naaadaaa, pero diré en mi descargo que hacía dibujitos, y eso siempre llena espacio.
Vengaaa, dí la verdad, que llegas aquí ya colocado...y por eso me entiendes tan bien, ja, ja.
Besos, bicho.

Blue dijo...

Ufff, de verdad que vivimos la transición con mayúsculas (yo menos joven que tú).
Esas esperas en el buzón eran horribles. Llegar a mediodía del instituto, mirar de reojo la rendija...y nada.
Pues es curioso eso que dices, esa exclusividad epistolar.
"Montar" me cuesta menos. Salgo de paseo por la red y siempre encuentro algo. Ocurre que a fuerza de buscar siempre lo mismo acabo con la sensación de que me repito.
Bicos e boas noites.
;-)

Blue dijo...

Gatopando, pues la verdad es que ahora ya es extraño recibir cartas. En este momento en mi familia creo que solo recibimos cartas de unas primas cubanas, porque no hay otro medi de comunicarse con ellas.
A mi también me gustaría saber lo que escribí. Voy sacando conclusiones leyendo las de los demás pero no es lo mismo.
Disco express...me suena ese nombre, y acabo de ver que se solapó en el tiempo con Sal común, que fue posterior, aunque yo creo que esta última duró menos tiempo.
Y Jesús Ordovás...mmm, ¡cuantos recuerdos!.
Saludos.

Pilar Mandl dijo...

¡Caray! ¿La historia es real? ¡Qué cosas extrañas ocurren... menos mal que la hermana quitó algo de misterio!
Nunca había visto la revista y eso que me encantan mirar y comprar revistas...

Un beso

Blue dijo...

Sí, sí, totalmente.
Esta revista creo que tuvo corta vida, así que no me extraña mucho.
Besos, Pilar.

çç dijo...

Hace tres días veo tu actualización, digo, veo que has actualizado, la foto de Dylan y dejo pasar los días suponiendo una entrada sobre el cantante o algo similar. No me esperaba esta historia. Parece que la sorpresa es la sal de la vida.

Abrazos

Blue dijo...

Ja, ja, ja, buen,o Rider entre Dylan y la sal común, la verdad es que era fácil despistar. A Dylan ya le dediqué una entrada aquella vez que una policía lo detuvo confundiéndolo con un delincuente, solo por su aspecto y porque iba mirando para los edificios "como si quisiera robar".
;-)
Un abrazo.

çç dijo...

Sí, qué curioso. Yo también escuché aquello, creo que en New York. Ciudad que también y eso también lo escuché y no me desagradaría para mi coche, le pidió e hizo de su voz, la voz para un "tomtom" gps para automovil. ¿Curioso no?

Bico

Blue dijo...

¿Ah, sí?, pues eso no lo sabía yo, ja, ja.
Bicos.

Errata y errata dijo...

Oh, bien. ¿Qué puedo yo decir? Me gustó mucho la historia. Estos días estuve pensando mucho en el ser sensible. Es contraproducente. No sé si viene antes la locura o el exceso de sensibilidad, la hipersensibilidad. Me gustaría saberlo. Y hay cosas que a esta altura no hace falta que escriba: ustedes ya me conocen lo suficiente. Me gustó el fin de la historia. Besos.

Blue dijo...

Asunto complicado, Maia. La historia está bien porque, para mi sorpresa, terminó bien, pero no creo que siempre sea así.
Nooooo, no te conocemos lo suficiente, aún estás "en construcción", ja, ja.
Besos.

Desclasado dijo...

Queriendo ser la mejor copiapegadora del mundo, baldío esfuerzo; nunca podrás superarme, descubrimos que el mundo se estaba perdiendo una buena pluma, una buena cuenta historias.
Escribe más cosas tuyas, queridiña, cuéntanos más cosas de estas, y deja descansar un poco a los portugueses esos que fusilas sin piedad.

Blue dijo...

Queridiño, noooo, que la época del destape ya pasó, ja, ja. Además, si me exprimo, me canso.
Soy cómoda y vaga, y lo que ya está escrito por otros, y además con estilo, no se puede mejorar.
;-)

Desclasado dijo...

Si te lo digo por tu bien: te van a acusar de genocidio poético portugueis.
Y que esta muy bien la entrada, coño.

Blue dijo...

¿Quieres decir que los traduzco mal?, ja, ja.
Gracias, gracias, voy a acabar pensando que hablas en serio.
;-)

Desclasado dijo...

No, ¡cómo me voy a meter en cómo traduces? Quiero decir que los fusilas a todos sin piedad. (Por lo menos en mi argot "fusilar" es cuando copias, te apropias del trabajo de alguien, normalmente queriéndolo hacer pasar por tuyo, cosa que tú no haces)
Y sí, creételo, es una historia bonita y bien contada.

Blue dijo...

Bien, bien, en mi argot fusilar también es eso, ja, ja.
Vaaale, recibido. A ver si ahora resulta que de tanto copiar se me pega algo ¿eeeh?.
;-)

maryshelley dijo...

Blue, entiendo perfectamente el haber llegado a conocerte, te busqué por el mundo y cuando te encontré ya me quedé tranquiliña. Eres un ser tan especial, tan de saber y sentir que ni puedo ni debo, decir lo que te admiro, porque parecería un halago, y te lo digo: no lo es, en absoluto.
Escribe lo que quieras, copia, pega, roba tienes la inmensa capacidad de poder hacer lo que te plazca. La correspondencia me ha emocionado cosa que no me sucede a menudo.
Querida Blue: el estilo es el mensaje.
Rendida y admirada.

maryshelley dijo...

Por cierto, yo también llegué a comprar Sal Común.

Blue dijo...

Aaaay, Marcela, gracias. Entre el calor que hace, el olor a incendio y lo que me acabas de decir, no se me bajan los colores hasta el otoño, ja, ja.
Bueno, quise dedicar esta entrada a una persona que sé que no me lee, ni sabe que existo ni, seguramente, se acordará de mí. Haciéndolo así, de esta forma, todo me resulta más fácil. Pero si el mensaje y el mensajero están en la misma...longitud de onda, ya no soy capaz.
Besos, queridiña.
;-)

Sergio DS dijo...

En la era de la tecnología es extraño ver textos escritos de puño y letra. Profesionalmente mi herramienta es el pc o el móvil, pero es muy reconfortante rescatar líneas manuscritas, tienen otro sabor, otro sentimiento; aún tomo notas y escribo -y con pluma-, soy un rara avis.

India dijo...

No mola... no,... no mola nada... Me muerdo la lengua, controlo mi impulso de deshacerme en halagos hacia ti, para no abrumarte, que eres así tú, y te escurres como humo azul a la que te piropean ;-) y me digo "No, no la abochornaré... callaré que la tía es una jodía que se esconde en lo que escriben los demás, cuando ella es lo más hermoso, precisamente por eso, por elegir qué de otros muestra, y por taparse... porque lees esta entrada y te dices que taparse es otro detalle más, porque se muestra y lo ciega todo con ese brillo tan suyo..."... pero me lo callo, no lo expreso... y llevo días mordiéndome, tantas veces como me iba creciendo un orgullo inmenso a cada comentario que te hacen, orgullo de ver cómo todos opinamos lo mismo... que ere mu guapa! que ere lo más! y que vale que seas timidilla, chuli... pero así, de vez en cuando,... enseñanos una patita... sí?
Aaaaaaahhhhhh qué a gusssssto me he quedao...
Achuchones!!!!!!!!!!!

Blue dijo...

Y tan raro, Sergio, esto son cosas del ayer.
Yo uso mucho lápiz, ja, ja.
Besos.

Blue dijo...

Ay, India, gracias, muchas gracias. Pues tendré que estrujarme de vez en cuando, y sobre todo cuando necesite que me digáis cosa bonitas. Pero, aviso, basta que me lo proponga para que no salga nada ¿eh?, ja, ja.
Bicos ben feitos (de bien hechos no de feítos).
;-)

Su dijo...

Madre mía, qué historia! La verdad es que la esquizofrenia es una enfermedad terrible pero parece que con tratamiento se puede controlar. Aún así, da miedo ver casos así y pensar que le puede tocar a cualquiera.

Un beso.

Blue dijo...

Su, esta historia supongo que años atrás no hubiera tenido un final feliz ¿no?
Un beso.

Gata Chopada dijo...

¿Es la astenia primaveral?
No te reconozco en tan amplias pausas. No me tardes, reina, que me contagio.
Perdón, no quisiera apremiar. Es solo que ya tengo el carteo del Dylan como de la familia.
Besuchon from oriente.

Gata Chopada dijo...

Por cierto, el otro día echaron en no sé qué canal (no era mi casa ni mi tele, ya que no tengo. Tele, casa de momento sí) "Brigadoon" ¿la viste? Oye, yo no tenía ni idea de esa película; ahí con el Gene Kelly...

India dijo...

Gata me leyó el pensamiento... podió, que estoy de bajonazo primaveral, enganchá a la jalea, y abro el blog y más me hundo si veo que no hay meneo... sé mi ilusión, sé mi espíritu, sé el motor que quite las telarañas a mi vida... jajjajajaja mírame qué mal estoy, no te doy pena? si hablo cursi y todo! ;-)
Achuchones (se escribía así?ohhh me había olvidado de cómo se daban... oh oh ohhhhhh)

Blue dijo...

Debe ser, ja, ja, el caso es que ya ni sé buscar de donde copiar. Nueva entrada: un mail de esos que en quince días llegan a todos los correos.
Si, claro que vi la peli. No es que sea un peliculón, y la verdad es que no me gustan mucho los musicales, pero esa película (y su título) me quedaron grabados desde pequeña, que fue cuando la vi por primera vez. Cuando estaba poniendo nombre al blog me vino a la cabeza y ¡zas!, ahí quedó. Me gustó eso de que Brigadoon fuera un lugar que no aparece en los mapas, ja, ja.
Si hubiera más gente sin tele nos iría mejor.
Bicos, Gata.

Blue dijo...

Ja, ja, ja, me pillaste con nueva entrada.
Mira como estoy que hice un copiazo de algo que seguro que ya le llegó a todo el mundo por mail, ja,ja.
Bos días...e achuchons!!!, ja, ja.

William De Baskerville dijo...

Buenos dias, Blue.
Me ha gustado mucho (emocionado)esta realidad que puede pasarle a algunas personas, pero solo unos cuantos (muy pocos) se atreverian a llevar a cabo, me refiero a la valentia de escribirle(tenemos muchos miedos, todos, sobre todo a lo-s desconocido-s.

Creo que al igual que tus cartas, las de todos los que le escribieron le serviria de mucho, estaba pidiendo ayuda y le fué concedida.

Tiene una letra preciosa en sus cartas.

Como suele pasar a veces, las comunicaciones se cortan, para bien o para regular, la vida sigue para todos y nuevas historias nacen, pero en ese espacio de tu vida hiciste algo que hoy te llena y lo compartes.

Me alegro que tuviese un buen final.

Saludos, Blue!.

Pd: como a muchas pesonas que comentan aqui, pensé tambien que David nos trasladaba en el tiempo a una de sus anteriores entradas, David para eso tiene una habilidad, para hacernos recordar las historias que un dia fueron y no se vuelven a leer, observar, recordar.

Blue dijo...

Hola, William, en realidad no fue un acto de valentía. Creo que algo me decía que no había nada malo en ello, y así fue. De todas formas, no lo volví a repetir.
Cuando uno aparece también por la red, bien con un blog o con lo que sea, también se tiene una sensación parecida. La primera vez que hice un comentario en un blog (no siquiera tenía el mio), creí que se me iba el alma por la red, ja,ja. Miedo fue poco.
Bueno, a David le gustó esta entrada y a mi me gustó más que le gustase.
Saludos.