Solo para tener una idea general de lo que es el sexo en nuestro planeta (y para impresionar a sus amigos en las fiestas) piense apenas que, a cada segundo que pasa, se producen en todo el mundo 19.000 orgasmos masculinos. Con otras palabras, es bastante probable que, en el mundo entero, 6 millones de seres humanos estén constantemente ocupados con la apreciación sexual del cuerpo de otra persona. Y esto sin contar con aquellos que están apreciando activamente su propio cuerpo.
Si comparamos el numero referido con la tasa de natalidad internacional de 4´5 NPS (nacidos por segundo), la hipótesis de que los humanos copulen solo con fines reproductivos se vuelve completamente ridícula. Es obvio que la ratio entre el producto resultante y la unidad de energía gastada no impresionará a los economistas, ya que, probablemente, la mayor parte de ellos habrá abandonado estos placeres hace mucho tiempo.
El sexo presenta innumerables ventajas cuando es comparado con otros pasatiempos. Es más barato que el golf o el tenis, porque la mayor parte del equipamiento es gratuito. Exige menos pericia que, por ejemplo el snooker, a pesar de que no podemos negar que, en ambos casos, el desempeño puede ser perfeccionado con práctica y trabajo arduo. Da más satisfacción inmediata que coleccionar sellos o oír Rádio Renascença y tiene aún la ventaja de que no es necesario reunir tantos jugadores como para un partido de fútbol.
Todo esto se debe, probablemente, al hecho de que el sexo es una actividad bastante simple, apacible y normalmente inofensiva, que entró en nuestros hábitos a los largo de los siglos. Basta consultar los documentos históricos más básicos para llegar a la conclusión de que todos los grandes líderes (especialmente aquellos que, durante los últimos años, fueron calificados como déspotas y tiranos) presentaron propuestas políticas que incluían menos sexo para las masas. En la realidad, para descubrir un dictador de lso tiempos modernos, lo mejor que se puede hacer es averiguar cuales son sus puntos de vista sobre el sexo ilícito.
Antiguamente la situación era bastante simple, el sexo era una actividad tan normal como comer, beber o respirar. El hecho de que todas las personas lo hicieran era reconfortante, y no amenazador, pro lo que la discusión pública estaba limitada a las casernas, los bares y a otros locales de limitada actividad sexual, donde era fácil contar historias fantásticas sin necesidad de probar nada.
Mientras tanto, la invención de la penicilina, de la contracepción eficaz, del Cosmopolitan y del Ford Escort XR 3i alteró esta situación para siempre.
La comprensión de las convenciones sexuales ( y de inspiradas nuevas formas de practicar el sexo) se volvió aceptable y, más aun, un requisito obligatorio para la admisión en determinados círculos sociales.
Solo para tener una idea general de lo que es el sexo en nuestro planeta (y para impresionar a sus amigos en las fiestas) piense apenas que, a cada segundo que pasa, se producen en todo el mundo 19.000 orgasmos masculinos. Con otras palabras, es bastante probable que, en el mundo entero, 6 millones de seres humanos estén constantemente ocupados con la apreciación sexual del cuerpo de otra persona. Y esto sin contar con aquellos que están apreciando activamente su propio cuerpo.
Si comparamos el numero referido con la tasa de natalidad internacional de 4´5 NPS (nacidos por segundo), la hipótesis de que los humanos copulen solo con fines reproductivos se vuelve completamente ridícula. Es obvio que la ratio entre el producto resultante y la unidad de energía gastada no impresionará a los economistas, ya que, probablemente, la mayor parte de ellos habrá abandonado estos placeres hace mucho tiempo.
El sexo presenta innumerables ventajas cuando es comparado con otros pasatiempos. Es más barato que el golf o el tenis, porque la mayor parte del equipamiento es gratuito. Exige menos pericia que, por ejemplo el snooker, a pesar de que no podemos negar que, en ambos casos, el desempeño puede ser perfeccionado con práctica y trabajo arduo. Da más satisfacción inmediata que coleccionar sellos o oír Rádio Renascença y tiene aún la ventaja de que no es necesario reunir tantos jugadores como para un partido de fútbol.
Todo esto se debe, probablemente, al hecho de que el sexo es una actividad bastante simple, apacible y normalmente inofensiva, que entró en nuestros hábitos a los largo de los siglos. Basta consultar los documentos históricos más básicos para llegar a la conclusión de que todos los grandes líderes (especialmente aquellos que, durante los últimos años, fueron calificados como déspotas y tiranos) presentaron propuestas políticas que incluían menos sexo para las masas. En la realidad, para descubrir un dictador de lso tiempos modernos, lo mejor que se puede hacer es averiguar cuales son sus puntos de vista sobre el sexo ilícito.
Antiguamente la situación era bastante simple, el sexo era una actividad tan normal como comer, beber o respirar. El hecho de que todas las personas lo hicieran era reconfortante, y no amenazador, pro lo que la discusión pública estaba limitada a las casernas, los bares y a otros locales de limitada actividad sexual, donde era fácil contar historias fantásticas sin necesidad de probar nada.
Mientras tanto, la invención de la penicilina, de la contracepción eficaz, del Cosmopolitan y del Ford Escort XR 3i alteró esta situación para siempre.
La comprensión de las convenciones sexuales ( y de inspiradas nuevas formas de practicar el sexo) se volvió aceptable y, más aun, un requisito obligatorio para la admisión en determinados círculos sociales.
TimWebb & Sarah Brewer
@FalconGP1 jejeje ya te digo
waaa
, si ami me tocara donde toco al aleman, jojojojo
podeeerr!! jajajaja
Serie Fauna Ibérica. Hoy: la zorra y los truchas... sin comentarios. Qué televisión de m... tenemos.
@jaime26350 jajajajaja pedazo documental
@jaime26350 jjjjjjjjjjjjjajajajajajaajajajajaajajajajaj
ANTENA 3
Emitiendo programas de "calidad" desde 1990
a mi no me da igual rubiaaaaaa
el viejo truco de hacerse pasar por gay
@dalepibe jajaja hostia lo probare
La tele es mal